En una carta abierta dirigida a la ministra Pérez, al director general de establecimientos penitenciarios Antonio Bazán y a medios de prensa, las internas expusieron una serie de quejas y denuncias contra la gestión de la nueva directora del penal.
En la misiva manuscrita las reclusas denunciaron que la nueva dirección recibió a internas provenientes de otras cárceles del país y que no fueron aisladas.
Igualmente, señalaron que una interna embarazada fue maltratada y a empujones trasladada a la sala de prevención. Además, señalaron que la nueva directora no realiza audiencia para escuchar sus inquietudes.
Las manifestantes recordaron que realizaron un motín en desacuerdo a la gestión de Bareiro y que tras las medidas de fuerza fueron confinadas por siete días en la privada del centro reclusorio con la ropa puesta y sin los insumos de higiene personal.
Asimismo solicitaron las gestiones para reactivar una fábrica de cables en el penal para brindar nuevamente empleo a las mujeres. En la parte final de la nota, las internas solicitaron la renuncia de Bareiro y el retorno de la anterior directora Claudia Rivero.
La directora Bareiro negó las denuncias de las internas y sostuvo que las acusaciones son lanzadas como protesta por recientes medidas adoptadas como la prohibición de tener aparato celular en el penal.