El operativo se inició tras una tarea de inteligencia de la Senad (Secretaría Nacional Antidrogas) que daba cuenta de un posible ingreso de una aeronave desde el territorio de Bolivia con un importante alijo de cocaína al territorio chaqueño y con destino a Alto Paraná.
Mediante un trabajo interinstitucional, se activó una acción operativa con apoyo de la Fuerza Aérea Paraguaya, con tres aviones Tucano, de procedencia brasileña, y de la FTC (Fuerza de Tarea Conjunta.
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El operativo fue bautizado “Omega”, nombre de la escuadrilla de aviones de la Fuerza Aérea Paraguaya que participaron en la tarea.
Los pilotos militares, que partieron del grupo aerotáctico de Luque, detectaron el vuelo de narcoavión, una Cessna 210 Turba, de origen estadounidense, en la zona de Concepción, y sin ser percibidos por la aeronave realizaron una sigilosa persecución hasta la región de Alto Paraná.
Paralelamente, en tierra agentes de la Senad de Ciudad del Este y Caaguazú aguardaban la llegada del vuelo narco. Cuando el piloto de la aeronave se dispuso a aterrizar fue acorralado por los aviones Tucano, obligándole a descender a un sojal.
Al tocar tierra el piloto boliviano intentó incendiar la aeronave y evidencias y quemó parte de la plantación. Pero su plan fue frustrado por la comitiva antidroga que estaba en el lugar.
Los agentes detuvieron al piloto boliviano e incautaron la aeronave y unos 400 kilos de cocaína. La droga está valuada en casi tres millones de dólares en la región este del país.
El fiscal antinarcóticos Eduardo Royg llegó al lugar del operativo y anunció que el detenido y las evidencias serán trasladados a Asunción.