La operación está bajo coordinación de la 5ª División del Ejército brasileño y ejecutada por la 15ª Brigada de Infantería Mecanizada, en coordinación con otros otros organismos de seguridad.
Los controles se intensificaron en los ríos, carreteras y en una franja interna de 150 kilómetros desde la línea fronteriza con la finalidad de cohibir los ilícitos como el contrabando, armatráfico y tráfico de drogas.
El operativo moviliza a unos 600 agentes y consistirá en acciones preventivas y represivas como puestos de control en carreteras urbanas y rurales, en el lago de Itaipú y otras vías fluviales.
La fiscalización de personas, vehículos y embarcaciones será de forma constante, según anunciaron los responsables del operativo.
Paraguay y Brasil comparten una frontera de 1.356 kilómetros, desde el Alto Chaco hasta Alto Paraná. Precisamente en el extremo sur de la frontera se registran con mayor intensidad y cantidad los crímenes transfronterizos.
El lago de Itaipú, de 170 kilómetros de extensión, es la ruta preferida por los criminales para el contrabando, tráfico de armas y drogas desde la costa paraguaya hacia el lado brasileño. El Puente de la Amistad, que conecta Ciudad del Este con Foz de Yguazú (Brasil), es otra importante vía usada por los marginales.
En 2016, Brasil lanzó el “Operativo Ágata” para combatir los crímenes transfronterizos. La denominación del operativo hace referencia a una roca dura y resistente a los reactivos químicos, como una inspiración para que los controles sean impermeables.