Los documentos a los que accedimos confirman que un sargento de Infantería de 31 años fue sometido a la prueba del COVID-19 y dio positivo a la enfermedad. El mismo estuvo junto a otros 11 camaradas haciendo guardia en la cárcel regional de esta capital departamental, el sábado último, y el domingo recibió su resultado.
Las guardias se dividieron en dos turnos, integrados por seis militares cada uno; es decir, el paciente más otros cinco estuvieron en contacto directo. Además, los otros seis del primer turno, los conductores que hicieron el traslado y acompañaron el servicio también pudieron haberse contagiado por objetos.
Según la denuncia, solo el afectado fue sometido a cuarentena, en aislamiento, y el resto del personal realiza actividades normales en el cuartel.
El comandante de la Tercera División, general Juan Mendoza, manifestó que no puede poner en cuarentena a todo el cuartel. Al ser consultado sobre el grupo de cinco que tuvieron contacto directo con el infectado, explicó que se dio intervención a las autoridades de Salud y que determinaron que solo uno fuera aislado porque estuvo en contacto directo con el mismo.