Trabajadores de blanco, voluntarios de la Cruz Roja, policías, militares y funcionarios municipales ejecutan los controles que se llevan a cabo en el acceso a la ciudad. El propósito es dar cumplimiento al decreto presidencial y la resolución del Ministerio de Salud en referencia a los trabajos de mitigación del COVID-19.
Toda persona que transite por el lugar, sea a pie, en automóvil, motocicleta u otros vehículos, es retenida para la toma de temperatura y en caso de que el resultado sea mayor a 38 grados, inmediatamente se activa el protocolo sanitario para casos sospechosos de COVID-19, dando intervención al Ministerio de Salud.
Por su parte, los agentes policiales verifican las documentaciones de los ciudadanos y que la circulación por la vía pública se enmarque en las normas establecidas, como actividades laborales, ir a comprar alimentos o medicamentos, ir al hospital o casos de urgencia. En caso de que se constaten órdenes de captura o pedido de búsqueda y localización se procede a la aprehensión.
El doctor Nestor Franco, de la Cruz Roja, lamentó que más de 6.000 personas hayan pasado ayer por el puesto de control, a pesar del pedido del Gobierno que consiste en no salir a las calles. “La ciudadanía es inconsciente, ayer controlamos a más de 6.000 personas, muchos se enojaron, otros nos felicitaron, pero no hay de otra porque la gente no se queda en su casa”.
Comentó que hasta el momento no fue necesario activar el protocolo del COVID-19, pues no dieron con personas con alta temperatura. Agregó que los trabajos de prevención y concienciación continuarán para evitar que el virus ingrese a la ciudad.