Si bien en la zona céntrica, los comercios permanecen mayormente cerrados, en las principales calles de la capital departamental se registró un flujo casi normal de vehículos. El escaso acatamiento hizo que también los vendedores ambulantes y hasta limpiavidrios salgan a las calles a trabajar debido que sigue habiendo congestión vehicular en las principales avenidas. En algunos sectores hay control policial y un agentes del Grupo Lince dispensaron a los limpiavidrios de los semáforos de la avenida Bernardino Caballero.
Las actividades cotidianas en los barrios también siguen su curso con interesante movimiento donde en muchas veredas se pueden ver a personas compartiendo una ronda de tereré.
Igualmente hay filas en los supermercados y otros comercios de venta de comestibles.