El felino murió el sábado último, pero recién hoy se dio a conocer el hecho desde Itaipú. Chito había ingresado al CIASI en octubre del 2001, a la edad aproximada de seis meses, proveniente de la localidad de Tacuatí, departamento de San Pedro.
Cuando llegó al Centro Ambiental, detectaron que adolecía de malformaciones óseas y descalcificación a consecuencia de una mala alimentación en sus primeros meses de vida. Esto provocó una enfermedad ósea metabólica irreversible, por lo que dichas anomalías lo acompañaron durante toda su vida.
Pero estos múltiples achaques no le impidieron a Chito gozar de una larga vida, incluso por encima del promedio normal de su especie, gracias al cuidado especial que se le brindó a lo largo de estos años. Recibió múltiples chequeos médicos y tratamientos preventivos, como cortes de garra y desparasitaciones internas y externas periódicas, así como actividades de enriquecimiento ambiental con las cuales interactuaba de manera activa.
Según informes de la binacional, la semana pasada, Chito disminuyó gradualmente su ingesta de alimentos, lo que fue comunicado al equipo veterinario. El viernes 14, ya no respondió al llamado de sus cuidadores para ingresar a la contención y realizar la limpieza del recinto. Se encontraba en estado letárgico, con una alteración en el patrón de respiración y apático. Se le administró una dosis de analgésico, a fin de aliviar cualquier dolor.
El sábado 15, a primera hora de la mañana, los cuidadores del sector lo encontraron sin signos de vida. Su cuerpo fue refrigerado y se aguarda la coordinación con el equipo del Museo de Itaipú para iniciar la necropsia y evaluar la posibilidad de taxidermia.
Prolongar su linaje
Siendo ya un individuo senil para la especie (el promedio de vida en libertad es de 12 a 15 años), en marzo del 2017 se le practicó una colecta de células reproductivas, en el marco del proyecto de “Criopreservación de Semen de Felinos Sudamericanos”, para así extender su linaje. El CIASI, como pionero en el país en banco de germoplasma para la especie, cuenta con las células reproductivas de este ejemplar, permitiendo así que en el futuro pueda dar descendencia a través de técnicas de reproducción asistida o inseminación artificial.
Hay cuatro ejemplares
El CIASI cuenta a la fecha con cuatro ejemplares de jaguaraté: un adulto macho de 8 años, una juvenil hembra de 1,5 años y otros dos ejemplares seniles de 18 y 20 años. Ya se han iniciado los trámites legales para recibir a la ejemplar hembra de 4 años (Cacau) del Refugio Bela Vista, Brasil, para iniciar así el programa de conservación ex situ (fuera de su hábitat natural) de jaguarete, el cual Itaipú tiene el compromiso de liderar en el país.