La Catedral San Blas, como todos los días del novenario, estuvo repleta de fieles quienes escucharon atentamente al monseñor Pistilli, que centró su prédica en los jóvenes y en cómo la palabra puede llegar a causar mucho daño, al contrario de lo que dicta la palabra de Dios.
Indicó que los jóvenes de hoy en día buscan una palabra de amor, de libertad y de esperanza, teniendo en cuenta que hay "palabras humanas" que muchas veces son hirientes, engañosas y que deprimen. "No siempre escuchamos palabras que alientan, las palabras humanas pueden incluso confundir el camino de un joven que está queriendo encontrar el sendero correcto".
Mencionó a las redes sociales y su poder multiplicador de comunicación, un desafío al que los jóvenes de hoy en día se enfrentan, pero que hay que tener cuidado. "Las redes sociales son potenciadores de comunicación, pueden hacer mucho bien o causar daño, depende del usuario. A través de las redes sociales los chicos pueden sufrir bullying, hostigamiento, que no solamente son palabras dañinas, sino imágenes o videos que lastiman".
Añadió que los jóvenes buscan una palabra que los ayude a crecer, a superar sus limitaciones, que no sean todo el tiempo criticados a avergonzados.