(Disponible en Netflix)
Luego de haber sacado el buen drama histórico hollywoodense Mank hace un par de años, el cineasta David Fincher regresa a lo que mejor se le da, sórdidos thrillers meticulosamente armados sobre parias sociales con altas dosis de violencia, alta tensión y humor del más negro, con la excelente El asesino.
La historia sigue a un sicario anónimo, interpretado por Michael Fassbender, quien falla estrepitosamente en una misión en París, lo que acaba metiéndolo en un violento conflicto con sus ex empleadores y otros “colegas” suyos.
Fincher y su guionista Andrew Kevin Walker toman una historia que en sus elementos básicos no difiere demasiado de cualquier filme de acción “directo a streaming” de bajo presupuesto, y usan esa premisa como base para una interesante interrogación temática de la filmografía del propio Fincher, en particular cierta película bastante icónica y frecuentemente mal interpretada.
El asesino anónimo interpretado por Fassbender parece una refutación directa de la filosofía cínica y pretenciosamente desafectada de “macho sigma” que películas como El club de la pelea lograron popularizar accidentalmente cuando la sátira en sus historias fue confundida por admiración sincera por personas con baja capacidad de lectura comprensiva.
El asesino pasa gran parte de la película describiendo en gran detalle -y de forma genuinamente interesante - el proceso logístico detrás de su trabajo y alabándose a sí mismo por la falta de empatía y emoción que profesa y que, a su juicio, lo convierte en un sicario más efectivo e infalible... mientras pasa gran parte de la película fallando, desde el primer “golpe” que acaba con una bala en el cuerpo equivocado hasta otros momentos oscuramente cómicos como un desastroso intento de torturar a alguien por información y una infiltración sigilosa frustrada que acaba en una paliza histórica.
Pero esos elementos de humor negro no implican que la película no sea un gran ejemplo sincero de un thriller de suspenso de escala internacional.
Fincher echa mano de toda su experiencia en crear cine clínico de altísima precisión, calibrado de forma experta para máximo entretenimiento aún con el ritmo pausado y meticuloso de la historia - que, de nuevo, consiste mayormente en el asesino yendo de ciudad en ciudad recolectando información y siguiendo el rastro de quienes lo quieren muerto para despacharlos primero, como un Kill Bill sin las artes marciales -, y el porcentaje relativamente bajo de acción que hay.
Básicamente la única escena de acción en toda la regla es la paliza mencionada arriba, pero se trata de una cuestión de calidad por sobre cantidad porque la secuencia es espectacular, un glorioso despliegue de caos precisamente coreografiado en que el experimentado Sala Baker y Fassbender se lucen.
Obviamente, tratándose de una película de David Fincher – de nuevo trabajando con el gran Erik Messerschmidt en la dirección de fotografía -, la presentación es inmaculada.
Cada toma parece calculada hasta el más mínimo detalle para máximo esplendor visual, trátese de una vista a la fachada de un palaciego hotel de París, un sobrio edificio de oficinas o una discreta casa en un suburbio de Florida. Y el siempre excelente dúo de Trent Reznor y Atticus Ross proveen una cortina musical de ritmos electrónicos pulsantes que, como los latidos de un corazón, suben y bajan de frecuencia a tono con la intensidad de la acción.
El asesino es entretenimiento de primera, un paquete completo de acción emocionante, tensión palpable y espectáculo de un cineasta que sigue siendo uno de los mejores a la hora de crear versiones “gourmet” de cine de género, como comida rápida preparada por un chef de restaurant de cinco estrellas.
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EL ASESINO
Título original: The Killer
Dirigida por David Fincher
Escrita por Andrew Kevin Walker (basada en un cómic de Alexis Nolent y Luc Jacamon)
Producida por Ceán Chaffin, William Doyle y Peter Mavromates
Edición por Kirk Baxter
Dirección de fotografía por Erik Messerschmidt
Banda sonora compuesta por Trent Reznor y Atticus Ross
Elenco: Michael Fassbender, Tilda Swinton, Charles Parnell, Arliss Howard, Kerry O’Malley, Sophie Charlotte, Emiliano Pernía, Gabriel Polanco, Sala Baker