Hacer toda una película basada solo en el breve capítulo del Drácula de Bram Stoker sobre el viaje del conde desde Rumania hasta Londres es una idea tan brillante que resulta difícil de creer que no se haya hecho antes. La ejecución de esa idea acaba siendo decente, aunque deja un poco qué desear.
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La historia de Drácula: Mar de sangre trascurre a finales del siglo XIX y sigue a la tripulación del barco carguero Demeter, incluyendo a su más nuevo miembro, el médico Clemens (Corey Hawkins), mientras hacen el cruce marítimo hacia Londres y descubren que una criatura maligna está suelta en el barco y está acabando con ellos, uno por uno.
A diferencia del viaje del Demeter, que comienza bien y gradualmente va descendiendo en un caos infernal, la película bastante mediocre y va mejorando en su segunda mitad a medida que la película supera los inesperadamente inertes intentos de generar tensión y anticipación - algo para lo que el director André Øvredal mostró buenos instintos en La morgue e Historias de miedo para contar en la oscuridad – y comienza a provechar su premisa convirtiéndose en Alien en un barco.
Una vez que la tensión se libera en un sorprendente despliegue de brutal violencia y algunas muertes obvias intercaladas con algunas bastante inesperadas – la película juega un juego interesante sabiendo que el público siempre busca predecir quién va a morir o en qué orden –, el filme se vuelve genuinamente entretenido y termina con un desenlace bastante atrapante.
En ese sentido el filme es ayudado bastante por la interpretación de depredador humanoide, pero animalístico y monstruoso, de Drácula, encarnado con gran presencia y cruel carisma por el genio de la actuación física que es Javier Botet.
El elenco humano que sostiene la mayor parte de la película también es destacable, con un sólido Corey Hawkins como el alma de la película, el siempre confiable Liam Cunnungham taryendo toda su experiencia y confortante presencia al rol del capitán Elliot y el gran David Dastmalchian, uno de los mejores secundarios contemporáneos de Hollywood, en un merecido rol más protagónico como el primer oficial del barco.
Drácula: Mar de sangre no hace nada particularmente revolucionario, pero – con el asterisco de que requiere un poco de paciencia al principio – es una opción más que decente para quienes busquen un poco de terror y acción sangrienta.
Calificación: 3/5
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DRÁCULA: MAR DE SANGRE
Título original: The Last Voyage of the Demeter
Dirigida por André Øvredal
Escrita por Bragi Schut Jr. y Zak Olkewicz (basada en una novela de Bram Stoker)
Producida por Bradley J. Fischer y Mike Medavoy
Edición por Julian Clarke, Patrick Larsgaard y Christian Wagner
Dirección de fotografía por Tom Stern
Banda sonora compuesta por Bear McCreary
Elenco: Corey Hawkins, Aisling Franciosi, Liam Cunningham, David Dastmalchian, Woody Norman, Javier Botet, Jon Jon Briones, Stefan Kapičić, Nikolai Nikolaeff, Martin Furulund, Chris Walley