“Moonfall”: destrucción vacía pero entretenida

El principal exponente del “cine desastre” de Hollywood, Roland Emmerich, regresa con un filme que sabiamente abraza su propia ridiculez, aunque está lejos de ser la mejor película de este estilo en la filmografía del director.

Patrick Wilson en "Moonfall", en cartelera en cines de Paraguay.Lionsgate
audima

(Disponible en cines)

Desde que Día de la Independencia arrasó con la taquilla de 1996, el director Roland Emmerich se ha hecho un hueco en Hollywood como uno de los principales exponentes del “cine desastre” moderno, presentando impresionantes secuencias de destrucción masiva en filmes futuros como El día después de mañana o 2012.

Aunque su filmografía es mucho más diversa – incluyendo recientemente un drama conspirativo sobre la autoría de las obras de William Shakespeare, una decente película de guerra y un filme de acción al estilo Duro de matar que fue mejor que las dos verdaderas películas de Duro de matar que se estrenaron este siglo –, la popularidad de sus películas sobre desastres naturales, ataques alienígenas o monstruos gigantes (popularidad en taquilla, no tanto con la crítica) hizo que el nombre de Roland Emmerich sea sinónimo de ese tipo de cine vistoso pero usualmente considerado vacío.

El nuevo regreso de Emmerich al cine desastre, Moonfall, no va a cambiar ninguna opinión, positiva o negativa, sobre el director.

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La premisa de la película es ridícula sin ningún tipo de pretensión: una fuerza misteriosa ha sacado a la Luna de su órbita y la puesto en curso de colisión con la Tierra, y está en manos de un astronauta caído en desgracia (Patrick Wilson), una alta directiva de la NASA (Halle Berry) y un excéntrico proponente de teorías conspiraticias (John Bradley) hallar la forma de salvar el planeta.

El Emmerich de siempre, para bien y para mal

Por mucho que sus detractores quieran negarlo, las películas de Emmerich no suelen ser intelectualmente vacías; suelen cargar mensajes y críticas sociales, aunque esos mensajes – la retórica anti armamento nuclear en Día de la Independencia y Godzilla, críticas contra la desigualdad social en 2012, el cambio climático en El día después de mañana, la influencia de la industria militar en la política en White House Down - se comuniquen a nivel de pre-escolar.

Moonfall, por otro lado, es exactamente el tipo de película que los detractores de Emmerich le acusan de hacer siempre, una historia que existe exclusivamente para hacer alarde de efectos especiales, con personajes con la profundidad de una hoja de papel y una historia que se siente como un argumento rechazado para una de las películas de Transformers.

Pero eso no es necesariamente malo. Patrick Wilson, Halle Berry y John Bradley tienen la suficiente química para hacer que el diálogo plástico de Emmerich y sus co-guionistas resulte entretenido. Sus personajes se sienten reiterativos, nuevas versiones de otros héroes de la filmografía de Emmerich - Wilson en particular encaja muy bien en el arquetipo de héroe cuarentón con corazón de oro pero actitud tosca y problemas familiares que tanto parece gustar al director, y el personaje Bradley se siente directamente sacado de los ´90, cuando el científico “underground” obsesionado con conspiraciones era un tipo de personaje bastante popular.

De hecho, gran parte de la película se siente evocativa de la filmografía de Emmerich de una forma que parece ser intencionalmente referencial, haciendo eco en particular a Día de la Independencia al prestar elementos como la impaciencia de los militares por lanzar misiles nucleares para tratar de solucionar el problema con la Luna.

Los intentos de Emmerich de hacer que nos importen las vidas internas de sus personajes y sus relaciones con sus familias - que también protagonizan sus escenas de supervivencia mientras el trío principal está ocupado en el espacio - siguen siendo tan torpes como siempre, pero el buen trabajo del elenco hace que acabe funcionando.

Y a pesar de que claramente está jugando con un presupuesto mucho más reducido que en películas anteriores, Emmerich sigue teniendo un gran talento para usar efectos digitales de forma impactante y memorable.

Hay secuencias en Moonfall que ponen en ridículo a escenas similares de destrucción masiva en películas de Marvel o filmes de ese estilo recientes. Pocos saben hacer que secuencias de desastre se sientan genuinamente masivas y tangibles incluso cuando están pasando cosas como que un auto está saltando entre trozos de una montaña en pleno proceso de desintegración.

Aquellos que vayan a la nueva película de catástrofes de Roland Emmerich buscando complejidad emocional y ciencia ficción inteligente ya deberían saber a estas alturas que están buscando en el lugar equivocado.

Moonfall es puro cine chatarra, pero entretenido y bien trabajado.

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MOONFALL

Dirigida por Roland Emmerich

Escrita por Roland Emmerich, Harald Kloser y Spenser Cohen

Producida por Roland Emmerich y Harald Kloser

Edición por Ryan Steven Harris y Adam Wolfe

Dirección de fotografía por Robby Baumgartner

Banda sonora compuesta por Harald Kloser y Thomas Wanker

Elenco: Patrick Wilson, Halle Berry, John Bradley, Charlie Plummer, Kelly Yu, Michael Peña, Eme Ikwuakor, Carolina Bartczak, Donald Sutherland, Maxim Roy, Frank Schorpion, Stephen Bogaert, Kathleen Fee

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