A grandes rasgos El día del fin del mundo se siente como una versión un poco más madura de algo como la estrafalaria 2012 de Roland Emmerich, un filme que se ve obligado por su relativamente bajo presupuesto a tomar un enfoque distinto al tradicional cine catástrofe, que suele tener el espectáculo destructivo como principal atractivo.
La historia sigue a John (Gerard Butler) y Ali (Morena Baccarin), una pareja recién separada que sin embargo intenta mantener un contacto cordial por su hijo Nathan (Roger Dale Floyd). Mientras, un cometa se acerca a la Tierra y se vuelve evidente que el impacto podría ser catastrófico.
John recibe un aviso de que él y su familia han sido seleccionados por el Gobierno para un lugar en un refugio, y dan inicio a un peligroso viaje para llegar a un lugar seguro mientras la sociedad comienza a desmoronarse ante el inminente apocalipsis.
A pesar de su presupuesto modesto, la película no carece totalmente de secuencias de destrucción a gran escala, pero el director Ric Roman Waugh las despliega de forma inteligente y concienzuda como momentos de explosión de toda la tensión dramática que construye hábilmente en las escenas de tensión que componen la mayor parte del tiempo de duración de la película.
Y esas secuencias – entre las que destacan un caótico disturbio en un aeropuerto o una devastadora lluvia de meteoritos sobre una carretera llena de vehículos varados – son genuinamente intensas. Quizá Waugh debería dedicarse más al cine catástrofe y menos a las mediocres películas de acción que componen la mayor parte de su filmografía.
La película brilla con más intensidad al principio cuando se enfoca en la interesante relación entre John y Ali. Tener una relación de pareja en problemas en el centro de una historia de desastre apocalíptico es algo que Roland Emmerich, quizá el principal exponente de este tipo de cine, suele hacer y suele ser un componente habitual de este tipo de películas – otro ejemplo sería The Happening de M. Night Shyamalan –, pero la versión de ese estilo de historia que El día del fin del mundo expone se siente más compleja y madura.
Ayuda mucho que Butler y Baccarin tienen buena química y logran interpretar de forma convincente una relación fracturada pero aún cargada de genuino afecto. Es un poco decepcionante que la película decida separarlos por casi un tercio de su duración, como también decepciona un poco que no le de algo más de complejidad a Nathan, que se siente más como un artefacto que como un personaje tridimensional.
Y si bien la película se siente un poco más larga de lo que debería ser – hay un desvío que frena totalmente el filme hacia el final y que podría haber sido omitido a pesar de la presencia del siempre bienvenido Scott Glenn – y por momentos depende demasiado de coincidencias improbables, por lo general El día del fin del mundo es un ejemplo más que decente de cine catástrofe que bien vale la pena ver al menos una vez.
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EL DÍA DEL FIN DEL MUNDO (Greenland)
Dirigida por Ric Roman Waugh
Escrita por Chris Sparling
Producida por Gerard Butler, Basil Iwanyk, Sebastien Raybaud y Alan Siegel
Edición por Gabriel Fleming
Dirección de fotografía por Dana Gonzales
Banda sonora compuesta por David Buckley
Elenco: Gerard Butler, Morena Baccarin, Roger Dale Floyd, David Denman, Hope Davis, Scott Glenn, Andrew Bachelor, Merrin Dungey, Gary Weeks, Holt McCallany