Luego de haber pasado esta moribunda década haciendo cine de acción – la olvidable Encuentro explosivo – y adaptaciones de cómics – la entretenida Wolverine Inmortal y la ambiciosa Logan –, el director James Mangold vuelve a apuntar al “cine prestigio” con volviendo a hacer una película basada en la vida real por primera vez desde Walk the Line, aquella “biopic” sobre Johnny Cash que, aunque decente, no llegaba a las cúspides de calidad que la cantidad de nominaciones a los Óscar y otros premios que recibió insinúan.
En filmes como sus dos películas sobre Wolverine o su muy buen “western” de 2007 El tren de las 3:10 a Yuma, Mangold exhibe las características de un gran “journeyman”, el tipo de realizador con un sello versátil y poco presuntuoso que es capaz de adaptar su estilo para producir películas nutridas de profundidad sin sacrificar el factor entretenimiento – véase como otro ejemplo de ese tipo de director a Christopher McQuarrie y el excelente trabajo que hizo con Jack Reacher y las dos últimas Misión Imposible.
El resultado de combinar esas dos facetas suyas, la de realizador de “biopics” de prestigio y la de “journeyman” de acción es Contra lo imposible, un drama automovilístico que podría tener un chasis más ligero, pero que vuela a velocidades de infarto cuando se pone detrás del volante.
En 1963, la compañía estadounidense de automóviles Ford intenta comprar a la italiana Ferrari, una oferta que es vista como un insulto por el fundador de la escudería, Enzo Ferrari (Remo Girone). Enfurecido, el presidente de Ford, Henry Ford II (Tracy Letts), decide que su compañía debe fabricar un auto de carreras capaz de derrotar a los imbatibles Ferrari en las 24 Horas de Le Mans, la carrera de resistencia más desafiante del mundo.
Para esto, Ford contrata a Carroll Shelby (Matt Damon), un expiloto y ganador de Le Mans convertido en ingeniero automovilístico, y Shelby insiste en traer a bordo al piloto británico Ken Miles (Christian Bale), un conductor prodigioso pero excéntrico y con ciertos problemas de temperamento.
La película se alimenta de buenas actuaciones de todo su elenco, en particular de Damon como el determinado y carismático Shelby, Catriona Balfe como Mollie, la esposa de Miles; y Jon Bernthal como Lee Iacocca, un ejecutivo de Ford que, como es habitual para Bernthal, se merecía más tiempo en pantalla.
Al principio cuesta un poco acostumbrarse a la actuación de Bale como Ken Miles, ya que se siente un poco caricaturesca de una forma que desentona con el resto del elenco, pero eventualmente va teniendo sentido como una forma de distinguir a Ken del mundo que lo rodea como alguien excepcional, y Bale ciertamente le pone mucho corazón al rol; para cuando los créditos comienzaron a rodar, lo que al principio se sentía inusual y desacertado lo acabé considerando una de las mejores actuaciones del inglés.
Pero la atracción principal son las brillantes secuencias de carreras.
Hay pocas cosas tan automáticamente “cinematográficas” como las secuencias de autos yendo muy rápido, algo que el cine de acción bien sabe desde hace décadas, pero el tipo de acción que una película sobre carreras bien puede presentar es algo único, y Contra lo imposible lo logra de forma excepcional.
La dirección de Mangold, el excelente trabajo de edición y el alucinante trabajo de mezcla y edición de sonido combinan sus fuerzas para presentar secuencias en las que casi se puede sentir la fuerza del viento, el calor abrasador del motor y los frenos al rojo vivo, y la vibración del hierro a medida que las revoluciones por minuto se acercan peligrosamente a su límite seguro, y la película es muy efectiva a la hora de hacer sentir al espectador que en cualquier momento una de las innumerables piezas que componen un automóvil puede fallar y llevar todo a una conclusión de colisión.
La película se frena un poco de forma notable cuando se aleja de las pistas, en particular cuando lidia con las trabas que los ejecutivos de Ford ponen a Shelby y Miles. Son en esos momentos, protagonizados por un Josh Lucas que realmente parece haber nacido para interpretar al estereotípico villano corporativo, que la película pierde impulso.
Peró aún con esos frenos forzados, Contra lo imposible ese inusual tipo de película que dura unas respetables dos horas y media pero apenas se siente la considerable inversión de tiempo.
Al igual que la excelente Rush de Ron Howard, esta es una película que demuestra lo emocionante que un buen drama deportivo puede ser.
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CONTRA LO IMPOSIBLE (Ford v Ferrari)
Dirigida por James Mangold
Escrita por Jez Butterworth, John-Henry Butterworth y Jason Keller
Producida por James Mangold, Peter Chernin y Jenno Topping
Edición por Andrew Buckland, Michael McCusker y Dirk Westervelt
Dirección de fotografía por Phedon Papamichael
Banda sonora compuesta por Marco Beltrami y Buck Sanders
Elenco: Matt Damon, Christian Bale, Catriona Balfe, Jon Bernthal, Tracy Letts, Josh Lucas, Noah Jupe, Ray McKinnon, Remo Girone, JJ Field, Jack McMullen, Francesco Bauco