La música electrónica se apoderó anoche del Anfiteatro “José Asunción Flores” de la villa veraniega, en el marco de una fiesta que hizo bailar al público hasta después del alba de este sábado. Alrededor de 8.000 personas disfrutaron de esta nueva edición de Ologram, que tuvo al DJ Solomun como su principal atracción.
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El DJ paraguayo Murilo fue el encargado de romper el hielo en esta fiesta, con un set que acompañó la llegada del público hasta el anfiteatro. Luego fue el turno de Manu Desrets, el DJ argentino cuyo set fue aumentando gradualmente su intensidad y energía, hasta poner al público a bailar con su propuesta enmarcada en el house.
A las 3 de la madrugada, sin pausas y sin un anuncio formal, Solomun tomó las bandejas para elevar aún más la energía con su set, en medio de los aplausos del público. El DJ y productor bosnio-alemán trajo a San Bernardino una propuesta enmarcada en el techno y el house. Acompañado de un rítmico juego de luces y de visuales proyectadas en las pantallas, puso al público a bailar enérgicamente.
El artista, que lleva más de una década realizando la residencia +1 en la reconocida discoteca Pacha Ibiza, España, busca a sumergir al público en un viaje musical con sus tracks, en los que incorpora algunas partes vocales en inglés y en español.
Detrás de las bandejas, Solomun parecía el comandante de una nave espacial, que está con un montón de botones poniendo efectos a los temas. Mientras tanto, acercaba el hombro hacia una de sus orejas para captar mejor el sonido de los auriculares y preparar las mezclas que mantuvieron al público bailando en el anfiteatro hasta después de que los primeros rayos del sol iluminaron el cielo de San Bernardino.