La propuesta de Papi Basaldúa y su grupo abrió esta primera noche, con un repertorio folclórico paraguayo y regional, con obras como “Playas de Areguá” y “El bailecito”. Otras piezas como “Nelly” y “Jeroky popó” también sonaron cuando Basaldúa se dio el gusto de tomar el acordeón.
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En un momento, el arpista expresó que para él era un inmenso placer estar sobre el escenario del Teatro Municipal entregando su música, y también agradeció a los organizadores por dar siempre la oportunidad a arpistas de todas las generaciones de presentarse en este evento que celebra al instrumento “símbolo de Paraguay”.
Seguidamente, en el marco del festival se rindió homenaje a los tesoros vivos del arpa paraguaya. Los reconocidos fueron Ursi Arias, Cipriano Riveros, Desiderio Larrosa, César López y quien recién se había presentado, Papi Basaldúa, por haber dedicado su vida a preservar y difundir la música y el folclore paraguayo. Este momento contó con la presencia de organizadores del festival y la ministra de Cultura, Adriana Ortiz, para entregar las distinciones.
Luego siguió la música con la joven Alexandra Britos, con una delicada presentación. En compañía de Lucero Núñez (saxofón), Víctor Scura (piano) y Rubén Dos Santos (percusión) hizo temas como “Estrella”, “Danza paraguaya”, “India”, entre otros.
Más tarde el Grupo Herencias trajo toda la energía desde Colombia al escenario de Paraguay. Su espectáculo se caracteriza por transmitir las tradiciones sonoras de su país, en especial del joropo, no solo a través de la música sino también con el baile. Con instrumentos como arpa, maracas, bajo y cuatro, sonaron obras como “Amalgama”, “Sueños de una niña grande” y “Entreverao”.
Otro maestro del arpa paraguaya, César Daniel López, se presentó junto a sus amigos musicales José “Papi” Ovelar (guitarra y voz) y Osvaldo Sosa (bajo y voz), con quienes presentó un repertorio tradicional del folclore paraguayo, con piezas como “Piririta”, “Reinita mía”, “Tren lechero” y más.
Finalmente otro gran referente, Elías Balbuena “El Bordonero de Oro”, junto con el dúo conformado por Carlos Quiñónez (bajo y voz) y Eliodoro Ayala (voz y guitarra) junto a David Otazú (acordeón), pusieron broche de oro a una jornada donde la música paraguaya fue protagonista. Esta parte abrazó la tradición con músicas como “Guavira poty”, “Golondrina fugitiva”, “Caturí Abente”, y muchas más.