Yung Lucy: “Mi música es un registro de mi vida”

Seis álbumes, numerosos sencillos y colaboraciones, viajes y llegar a grandes escenarios con su música es lo que logró el creador Yung Lucy, quien afirmó atravesar un momento fructífero dentro de una carrera con la que está listo para seguir cumpliendo todos sus sueños y en compañía de sus amigos.

Yung Lucy descubrió en la música un canal para plasmar sus inquietudes, sueños y deseos.Gentileza
audima

A sus 13 años y en pleno colegio soñaba con sus compañeros en formar una banda. Él se lo tomó muy en serio y pudo lograr tener una guitarra eléctrica, ya que en esos tiempos sonaban en su cabeza bandas como Nirvana o Metallica. También su padre le contagió su ser melómano, por lo que para él fue algo lógico decantarse por la música.

Al comienzo atravesó el sendero de géneros como el metal, el thrash metal o incluso el doom metal. De adolescente pasó por bandas como Oroburus, 28 Días o Into the Flesh, en momentos que le sirvieron para confirmar que quería vivir para hacer música.

“Yo soy re soñador, yo quiero vivir de esto, y ahora se me dieron muchísimas oportunidades que pienso que si no tomaba ciertas decisiones no se iban a dar”, comenzó diciendo en entrevista con ABC Color, anticipando todo el camino que construyó después.

La música como espacio seguro

Pero en medio de tantas fichas que se estaban moviendo en su vida musical, el joven artista también pasó por momentos difíciles con su familia. Él mismo admite hoy, entre risas, que era un rebelde. “Dejé el colegio, pero logré terminar. Pero era un chico de 16 años que lo único que quería era cantar”, señaló.

Pasó también por la universidad para aprender del mundo audiovisual, algo que tampoco terminó de llenar sus deseos. Buscando una vida propia, marcó un quiebre saliendo de su casa y creando el personaje Yung Lucy, logrando descubrir nuevos sonidos con los cuales grabó varios discos compartiendo con amigos y pudo también integrar el grupo Zimos, junto a Jaguarete123 y Alvso.

Esta exploración empezó para él desde géneros como la música electrónica experimental, el trap alternativo, el vaporwave o el witch house. “No me atreví a hacer eso hasta que hubo ese quiebre en mi vida”, afirmó. Recordó su último álbum “Lo oculto y el placer”, donde decidió a propósito “que las cosas suenen muy fuerte o crudas” para representar como un grito de rebeldía.

“Yung Lucy fue un escape realmente pero también una respuesta a todo. En la facultad, por ejemplo, se me exigía mucho ser de una manera, y con este capítulo de mi vida dije que no a todo eso. Muchos temas míos del comienzo y hasta ahora hablan de eso”, explicó.

El músico profundiza en que muchos jóvenes de su generación pasan por esta clase de idas y vueltas, porque quieren más que nada poder ser alguien en la vida. “Empecé como para representar una brecha generacional que tiene sus inquietudes. Quería hablar en contra de lo que la gente me pedía que sea y también trataba de darle una voz a toda una generación”, subrayó.

La sanación de compartir

Gracias a su camino musical, Yung Lucy tuvo la oportunidad de conocer a mucha gente que hoy en día son sus principales aliados a la hora de crear como los ya mencionados de Zimos o artistas como Ally, Aleshit, Saintz, Sabb, Tam blk, Thammy Gisselle, Drxpdead, Zalde, Lil Papper. Con ellos impulsa el colectivo Bad Vibes, también sello discográfico independiente.

“Al final lo que nos define es nuestra generación, no tanto el estilo sino el gusto por lo nuevo”, detalló sobre los ideales que comparten y sobre la variada música que escuchan sin cerrarse. El músico, que con Zimos tuvo la oportunidad de codearse con artistas de otros géneros en el escenario del Kilkfest, dijo que las puertas que se abren son para ellos momentos para poder mostrar lo que hacen.

Actuando con Zimos, aquí en compañía de Joaquinoloco, en el Kilkfest.

“Si bien hay competencia en otras escenas acá hay más comunidad. Es la era de los ‘crossover’ y a mí me gusta mucho compartir porque mi música es un registro de mi vida y de la gente que está en ese momento de mi vida. Lo bueno es dejar un legado”, aseguró.

Estos sonidos ya lo llevaron también a Argentina en el marco de la presentación de su último álbum. Actuó en Primer Piso Bar, Local Support y en Chinaski Biblioteca Popular. “Viajar a tocar es muy loco, no pensé que iba a pasar con Yung Lucy, proyecto que empezó un día grabando una música con mi celular. Espero que pase siempre lo mejor porque tengo muchos sueños que quiero cumplir”, reafirmó.

Yung Lucy compartiendo su música en Local Support, en Argentina.

No obstante, el músico destacó que su principal objetivo es “conquistar Paraguay” porque es aquí “donde todo tiene que surgir”. “Hacer música es una necesidad cultural y esperemos que más chicos se animen”, dijo.

Una registro personal

A las puertas de un nuevo show junto a sus amigos de Bad Vibes Records el próximo 11 de febrero en Black Mango Company, Yung Lucy espera vivir un año donde la música siga contando sobre sus vivencias.

“Me encanta sacar música, es dejar un registro de qué me pasa, entonces ahí termina mi catarsis. Además nunca sabés qué va a pasar con una canción, cuándo le va a gustar a alguien. A veces yo no le hago caso a una música y después viene alguien a decirme que le encantó”, observó.

En este presente, intenta siempre sacar felicidad de compartir con sus colegas y amigos y plasmar eso en música. “Hablando con mi amiga Ally decíamos que tenemos que hablar de que estamos bien y de que sí o sí van a pasar cosas buenas, aunque antes hablaba de cosas más tristes”, señaló.

En ese marco, confesó que si no tenía la música en su vida no sabía qué sería de él. “Si no fuese por las motivaciones que tenía de conocer gente que admiro, dar shows, iba a ser un vago. Si no fuese por la música no hubiera estado en este lugar. La música me salvó la vida muchas veces”, cerró.

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