Ante una platea de alrededor de 3.000 personas, el canto lírico se apoderó anoche del court central del Yacht y Golf Club Paraguayo, no solamente a través de la potente voz de Plácido Domingo, sino también de la soprano argentina Virginia Tola y del tenor de la Ópera de la Universidad del Norte, Nazareth Aufe.
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A las 21:15, el director estadounidense Eugene Kohn tomó la batuta de la orquesta para sumergir al público en ambiente con El baile de las horas, la célebre composición de Amilcare Ponchielli para la ópera La Gioconda. En medio de los aplausos del público, Plácido Domingo apareció luego en escena y sin mediar palabra interpretó Nemico della Patria, de la ópera Andrea Chénier, de Giordano.
A lo largo de las poco más de dos horas de concierto, fue muy poco lo que Plácido Domingo habló con el público. No obstante, el cantante español manifestó su alegría por estar en Paraguay y también destacó el trabajo realizado por los músicos locales que lo acompañaron.
La primera parte del concierto se centró en el repertorio operístico, con la soprano Virginia Tola interpretando el aria Del sultano Amuratte...lo son l’umilla ancella, de la ópera Adriana Lecouvreur; y Nazareth Aufe con L’amour...Ah, léve-toi soleil, de la versión ópera de Romeo y Julieta. Ambos cantantes también se destacaron con la potencia de sus voces y el notorio trabajo técnico en sus interpretaciones.
Plácido Domingo: Entre zarzuelas y una guarania
“¿Se ha hecho mucha zarzuela aquí?”, preguntó Plácido Domingo poco después de iniciarse el segundo tramo del concierto, que estuvo dedicado a obras de este género español. Luche la fe por el triunfo, de la famosa zarzuela Luisa Fernanda, de Federico Moreno Torroba resonó en la voz del tenor de 81 años que sigue sonando potente y con mucho cuerpo.
A dúo con Virginia Tola, Domingo presentó además ¿Me llamabas Rafaeliyo?, de la zarzuela El gato montés, con el marcado sonido de las castañuelas y el espíritu ritual que rodea a las corridas de toros; mientras que la soprano argentina se lució interpretando De España vengo, aclarando luego ante el público su nacionalidad.
El cantante español también compartió con Nazareth Aufe la canción Feliz morada, de la zarzuela Marina, y ya en la tercera parte luego de los bises sorprendieron al público con la guarania India, de José Asunción Flores y Manuel Ortiz Guerrero. Lastimosamente, Aufe omitió parte de la letra y hacia el final de la obra, Plácido Domingo se quedó mirando desconcertado las últimas estrofas.
Un final con varios clásicos
No obstante, el exintegrante de Los Tres Tenores se reivindicó con su interpretación de Granada, de Agustín Lara, luego de bromear un poco con el público. Junto a Virginia Tola también interpretó el tango El día que me quieras, invitándola a bailar en un segmento instrumental.
Para el cierre, los tres cantantes sumaron la fuerza de sus voces para interpretar el bolero Bésame Mucho, con el público también siendo partícipe de esta conocida canción.
Sin dudas se trató de una noche histórica, con una propuesta que muy pocas veces sale de las cuatro paredes del teatro para llegar a un público que aplaudió y celebró este encuentro con una de las voces más destacadas del canto lírico internacional.
Cabe destacar además el trabajo realizado por la orquesta que sonó precisa, bajo la batuta del estadounidense Eugene Kohn y también, en piezas orquestales como El canto de mi selva, de Herminio Giménez; bajo la dirección del paraguayo Fabián Vivé.