Bandalos Chinos es en sí una verdadera fiesta. Y fue justamente el tema llamado “Mi fiesta” el elegido para empezar este concierto que tenía a la gente ya ansiosa y aplaudiendo cuando repentinamente las luces de Sacramento Brewing Co. se apagaron.
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Sintetizadores sensuales, profundos, un beat muy marcado y guitarras oníricas como endiabladas envuelven a la voz de ensueño de Goyo Degano, cantante, showman y gran performer. Alguien que entiende que el escenario es su lugar en el mundo y, como poseído por un espíritu reptil, se deslizaba y se desdoblaba para cantar y sentir a su público. Para devolver el amor que recibe.
El show siguió con “Sin vos no puedo” y “Una propuesta”, presentando así en estos primeros temas obras del nuevo álbum que están promocionando llamado “El Big Blue”, que da nombre a la gira que también los llevó y les seguirá llevando por el mundo.
La claridad estuvo presente en temas de sus anteriores álbumes “BACH” y “Paranoia pop”, que rápidamente los consagraron en Argentina como una de las propuestas que va a la cabeza de un nuevo pop que abraza con más fuerza los ideales del amor, de los sueños, de las pasiones y del disfrute total. En esa línea llegaron luego temas como “Super V”, “El club de la montaña”, “Paranoia pop”, “Tema de Susana”, “Demasiado”, “Vámonos de viaje” y “El temblor”.
“¿Qué onda Asunción?” exclamaba Goyo para hacer rugir a la gente que destilaba emoción, gritos y sonrisas de felicidad por encontrarse con esta banda que, claramente, tenía un público que ansiaba este momento.
Goyo brillaba, al igual que su voz, sus rizos y su energía. Todo ese brillo se potenciaba por la banda integrada por Nicolás Rodríguez del Pozo (bajo), Tomás Verduga (guitarra), Salvador Colombo (sintetizadores), Iñaki Colombo (guitarra) y Matías Verduga (batería). Pero en esta ocasión añadieron a Ine Maguire en coros, Maxi Sayes en percusión y Michelle Bliman en saxo y coros. Todos músicos de un lujo y este concierto un gran acierto al cual haber asistido.
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Esta banda, un verdadero “dream team” en cuanto a ensamble, química, musicalidad y virtuosismo, lleva las canciones a otro plano. A un lugar donde uno puede hasta llegar a saborear olor, colores, sabores y texturas. Así transitaron otros temas como “Sin señal”, “Departamento”, “Isla”, “Dije tu nombre”, entre más obras del nuevo disco: “Cállame”, “La final” y “Entrada”.
La banda, una gran hermandad musical, confirmaba que esto es pura diversión y un vivir el momento. Cada uno estaba bien presente, generando con la gente una complicidad digna de esta primera vez. Algunos intercambiaban instrumentos, corrían por el escenario, se bajaban a firmar autógrafos, en lo que era la materialización de una fiesta.
La despedida llegó cerca de la hora y media de show pero la gente no se rendiría. Celulares en alto, luces y más gritos. Este momento debía continuar al menos un poco más. El público estaba encendido y quería seguir siendo envuelto por estas canciones dignas de himno pop.
Finalmente, la banda volvió para ofrecer una seguidilla de tres temas de diferentes puntos en el tiempo de su carrera. “Nunca estuve acá”, del EP homónimo de 2014; “Tu órbita”, de “BACH”, y la lenta “Qué lindo es acordarme de vos” que cierra el nuevo disco. Como un cierre también simbólico a esta comunión entre Bandalos Chinos y su primer público paraguayo. Un público que no escatimó en cantar a gritos las canciones, en saltar con los brazos bien arriba y en dejar registro de una noche de ensueño pop.