Si hay algo que se destaca en los shows de Ricardo Arjona es su imponente e impactante puesta en escena, así como la enorme calidad de los músicos que lo acompañan en el escenario. Y esta vez no fue la excepción. El Condominio Blanco y Negro abrió sus puertas puntualmente a las 21:15, con una notable introducción instrumental al estilo del boogie jazz, luego de un video sobre la composición de “Hongos” y otro con Arjona interpretando “Batichica”.
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Con guitarra en mano, Ricardo Arjona apareció iluminado en uno de los laterales del escenario imaginando situaciones con “Si yo fuera”. El público lo recibió con banderitas paraguayas en alto, logrando un impresionante contraste entre los colores de la tricolor y la estética del show. “Morir por vivir” siguió en el repertorio, para luego dar paso a “Ella”.
“Paraguay, buenas noches. El cielo, Dios y yo sabemos que me he enamorado en este país un par de ocasiones”, saludó el artista, entre los gritos del público. También afirmó que en este tiempo que pasó nos encerraron y nos hicieron usar mascarillas, para luego cuestionar la aparición “de 32 géneros”, el uso del lenguaje inclusivo y las marchas de las mujeres por ganar lo mismo que los hombres. “Yo creo que deberían pagarles más”, acotó tratando de congraciarse con su público mayoritariamente femenino, que lo aplaudió sin reparos.
“Hongos” y “Apnea” siguieron en el repertorio, para luego dar paso a “Acompáñame a estar solo”, musicalizada solamente con el piano y un violín.
“Sobre las mentiras masculinas radica el sustento de la armonía familiar”, expresó luego Arjona, comentando cómo su esposa estaría más tranquila si le dijera que en vez de estar celebrando en un bar luego del concierto, está durmiendo en su habitación y con un malestar. De esta manera, marcó la introducción de “El amor”.
Una potente guitarra y el saxo sonaron al inicio de “El problema”, seguida por “El flechazo y la secuela”, una de las canciones de su nuevo álbum doble. Nuevamente el piano y el violín tomaron el protagonismo absoluto para acompañar “Sin daños a terceros”.
Con imágenes de Kim Kardashian, Donald Trump y banderas de Latinoamérica en las pantallas, llegó el turno de “Si el norte fuera el sur”. Hacia el final de la canción, Ricardo Arjona lució una suerte de banda presidencial de Paraguay tejida en ñanduti que le entregaron desde el público.
En medio del delirio del público llegó el turno de la “Señora de las cuatro décadas”, para luego dar paso al ukelele marcando la introducción de “Lo poco que tengo”, que sirvió también para presentar a la mayoría de los músicos de la banda.
Antiguos hits como “Dime que no”, “Cuando” y “Como duele” también resonaron en la cálida noche, así como la “Historia de taxi” arropada con ritmo de salsa. “De la ilusión al miedo” igualmente hizo su aparición en el repertorio y luego, con guitarra en mano, Arjona pasó a interpretar canciones que el público le pedía a través de carteles.
“El amor que me tenía”, “Hay amores” y la antigua “Ella y el” formaron parte de este segmento, así como “A ti”. Para la ranchera “Porque puedo”, Arjona hizo cantar a su guitarrista, quien desplegó en escena su potente caudal vocal.
Saliendo al paso de la polémica que generaron sus expresiones en Argentina, Ricardo Arjona volvió a repetir el mismo discurso en Asunción alegando que no se trataba de “una defensa masculina”. “Los hombres tuvimos un poder hasta mediados de los ‘90 y lo perdimos justamente por nuestra culpa, por el abuso que hicimos de ese poder. Yo comentaba el otro día que hoy estamos en el último de los escalones sociales, debajo de las mascotas, ahí venimos nosotros. En cualquier día de estos se va a leer en los condominios ‘no se aceptan hombres’. Eso va a pasar en cualquier momento”, expresó el cantante, con el público riendo alegremente.
Para luego arremeter que una señora en televisión trató impunemente a los hombres de “cavernícolas descerebrados”. “En el programa la celebraron así como ustedes, tomó su carro, no tuvo problemas en su casa, en su barrio, en su trabajo, nada, nada. Vaya usted a decirle descerebrada a una mascota y usted puede ir a la cárcel, le quitan el trabajo, cualquier cosa”, acotó.
También sostuvo que hoy es “cada vez más difícil” acercarse a una mujer, afirmando que “vamos a tener que enviar memorándum a ver si nos podemos acercar”. Añadió que “hay dos clases de hombres en el universo de las damas. Está el universo de los hombres que les gustan y el universo de los hombres que no les gustan”, alegando que al acercarse a una mujer con una propuesta atrevida y formando parte del segundo grupo, uno corre el riesgo de ser denunciado ante el 911.
“Eso no nos conviene a nadie, vamos a dejar un poquito las puertas abiertas a la imaginación”, añadió y marcó el inicio de su canción “Desnuda”, en la que recibió un corpiño por parte de una de sus fans.
Un solo de saxo acompañó a “Te quiero”, seguida por “Te conozco”, con el público coreando intensamente. Ya hacia el tramo final llegó “Minutos”, seguida por una suerte de ensayo para introducir a “Fuiste tú”, con Arjona sentado al piano. Con las linternas encendidas el público pidió “otra, otra”. Así llegó el turno de “Mujeres”, marcando el punto final del show en medio de un intenso espectáculo de fuegos artificiales.
El pop acústico de Dani Rodríguez
La apertura del concierto estuvo a cargo del cantante y compositor paraguayo Dani Rodríguez, que trajo al escenario del Jockey Club una notable propuesta de pop acústico. Con guitarra en mano y acompañado por un violinista, un violonchelista y un percusionista presentó canciones propias como “Cita para conocerte” y la balada “Un cuento”, así como “Los dos”, que llegó con un toque de armónica.
“Es un sueño hecho realidad. Es un honor estar acá”, expresó el cantante, que también presentó la animada “Mambo dance” y una versión de “Algo contigo”.