El disco “36 años de música - El negro sigue en guerra” saldrá en 2022. Con los avances que ya salieron entendemos su visión de que se trata de una mirada actual sobre su extenso repertorio.
En dicho marco este año salieron “Te robaste mi corazón”, con los cordobeses de Los Caligaris; una nueva y poderosa versión de “International Love”, con Santa Fe Klan y el Instituto Mexicano del Sonido; “Carita de alfajor”, con Damas Gratis, e incluso L-Gante, el cumbiero y trapero argentino del momento lanzó su propia versión de “International Love” para celebrar a la figura de Fidel, quien influenció a generaciones de artistas.
En conversación con ABC Color, Nadal expresó que decidió empezar con esta “campaña de celebración” fuera de cualquier aniversario redondo o número emblemático porque “a veces uno se olvida de celebrar”. “Sos feliz pero no en la dimensión que deberías porque a veces sos exigente, no sos conformista, y nunca vas a ver lo que te salió mal, lo que no te gustó, y eso te lleva a una preocupación continua que no te deja celebrar tanto”, pensó el artista.
No obstante, señaló que cuando a uno le va mal es cuando más transita los sentimientos que conlleva el fracaso. “Sufrís en plenitud el drama o el dolor, pero cuando festejas es hasta ahí, entonces cuando pensaba en celebrar pensaba que es difícil llevarlo a la realidad, pero al final lo importante es que estás vivo y a cada segundo tenés que ser muy feliz, mucho más cuando te dedicaste toda tu vida a lo que quisiste”, indicó pensando en toda su trayectoria.
Disfrutar lo diverso
Acerca de festejar con un disco de nuevas versiones observó que se trata de canciones que ya son conocidas por la gente pero que, quizás, algunas recién estén llegando ahora a nuevas generaciones.
Para elegir los temas Fidel se zambulló en su extenso repertorio y en conectar con colegas de todas las generaciones y de diferentes puntos del mundo. Incluso llegarán más adelante colaboraciones con Los Auténticos Decadentes y Los Ángeles Azules.
“Una de las premisas fue hacerlo con artistas con quienes se sienta la vibración más allá del género musical”, afirmó el cantante y compositor argentino sobre el concepto para emprender esta travesía atravesada por el festejo.
Al respecto, añadió que tiene mucho que ver con su “ADN musical” ya que recordó que en su infancia, escuchando música en la casa de sus padres, “no sabía que existían los estilos o los géneros”, confesó. “Que una cosa era jazz, otra cosa era rock, otra cosa era soul, reggae, calypso, cumbia, salsa, merengue; yo escuchaba una canción y me gustaba y me gustaba. La música era una sola y no tenía apellido. Entonces como me crié, sin querer, en ese concepto, se convirtió en mi ADN”, subrayó, más allá de que, -reconoció-, “obvio que uno tiene un estilo que le va a gustar más que el otro”.
“Pero cuando pensamos en este disco dijimos: ‘No importa el estilo, el artista, el país, nada; con quien podamos llegar para adelante lo vamos a hacer’. Así se dio la diversidad de estilos”, aseguró.
Él empezó a encarar la música como carrera desde 1985 al fundar la banda rasta-punk Todos Tus Muertos, nombrada por los decenas de miles de muertos en la Guerra Sucia de Argentina, de 1974 a 1983, bajo la dictadura de Rafael Videla. Ya en ese entonces el grupo explotó gracias al abordaje de diversos universos como el rock, reggae, ska, rap, salsa y cumbia, a través de letras cargadas de contenido político y social.
En aquella época, rememoró Nadal, incluso no existía aún tanta apertura a pensar en cómo los géneros podrían nutrirse unos de otros. “Hoy por hoy la persona puede aceptar que vos escuches cualquier estilo de música y permitírselo a ella. Antes si por ahí te gustaba una canción pero era de otro estilo ni se te ocurra mover el pie, eh. Quedabas afuera, era un pecado. También había mucho odio entre los géneros; si escuchabas otro género era una basura y el tuyo era lo mejor del mundo y solo te juntabas con gente que escuchaba lo mismo. Pero eso ya pasó. Hoy la gente tiene una lista de reproducción donde hay cualquier cosa, de todo”, celebró.
Vivir los sueños
Esta pasión por vivir la música de forma muy intensa y sin prejuicios prendió en Fidel cuando era un niño, según recuerda. La curiosidad y las ganas de hacer música lo llevaron a cumplir muchos sueños a nivel artístico y humano.
De hecho uno de sus más reciente discos, “Survival Time”, lo grabó en un estudio en el barrio de Trenchtown, Kingston, capital de Jamaica. Pero la particularidad es que este lugar se encuentra enfrente mismo a donde vivieron sus máximos héroes del reggae: Peter Tosh y Bob Marley.
Fidel recuerda que tenía 12 0 13 años cuando llegó a sus manos un disco que le cambió la vida. Si bien lo primero que escuchó fue “Rastaman Vibration”, de Marley, y que le “voló la cabeza”, aseguró que fue cuando “Bush Doctor”, de Tosh, llegó a sus oídos, que todo cambió para él. Estaba en una disquería y debía elegir cuál de los dos discos llevar pero solo tenía plata para pagar uno. “El tipo con el pelo así, con rastas, me llamó muchísimo la atención y enseguida me imaginé a mí así. Puse el disco y, claro ¡cómo sonaba! Ahí dije ‘me llevo este’”, rememoró.
Otro gran momento, que luego se convirtió en gran parte de su historia, fue cuando se encontró con la música del grupo francés Mano Negra (fundado por Manu Chao y Antoine Chao), con quienes grabó “Casa Babylon” en 2004 e incluso integró sus filas, embarcándose con ellos en giras mundiales.
Hurgando entre los discos de un amigo con el que vivía en Argentina Fidel se topa con “Puta’s Fever”. Un disco con título en español de un grupo con nombre también en español. Eso llamó su atención. “Lo pongo y fue una cosa increíble, lo daba vuelta y vuelta, enloquecí. Estuve como dos semanas escuchando”, relató. Coincidentemente la banda estaba en Argentina y él acababa de enterarse. “Dije: esto no puede ser. Los empecé a buscar, los periodistas no querían decirme en qué hotel estaban hasta que los encontré. Desde ese día vivimos todos juntos”, contó entre carcajadas.
La relación fue instantánea y la conexión musical también. Mano Negra debía tocar en el estadio de Obras Sanitarias y para sorpresa de Fidel le pidieron que abra el show. Nuevamente no podía creer. “El resto es historia”, acotó Nadal. Pero eso no terminó ahí pues el grupo volvió a Francia. A la semana lo llaman y lo invitan a viajar para grabar un disco. Fue y “el disco no se grababa nunca pero de repente terminé formando parte de la banda”. De ahí salió lo que, él considera, “es el mejor disco de ellos”: “Casa Babylon”, bromeó.
Luchando desde la música
Fidel es así un luchador incansable de la música, ya que sus batallas, según indicó, siempre las ha librado en el escenario con sus armas: letras y músicas. Al respecto profundizó en, justamente, el nombre que eligió ponerle al álbum: “36 años de música - El negro sigue en guerra”.
Al encontrarse con álbumes de Bob Marley o Peter Tosh, él enseguida se sintió también identificado con la lucha, la rebelión y el movimiento rastafari, siendo él descendiente de esclavos angoleños, pero nacido y criado en Buenos Aires.
“Son muchas las guerras que está batallando la cultura negra, la gente negra hoy en día. Yo creo que es una lucha que nunca se va a acabar más allá de que la vida es una lucha seas del color que seas, del país que seas, de la cultura que seas, siempre vas a tener tu lucha”, advirtió.
No obstante, reconoció, “si echamos un vistazo a la historia podemos entender de dónde vienen las consecuencias para llegar a que el día de hoy haya racismo: el paso por la esclavitud, un montón de cosas, y es así cómo las sociedades modernas se fueron formando”. Eso se entiende aún más, añadió, “si pensamos en las épocas coloniales y cómo esta tierra fue arrebatada a sus moradores”.
Fidel exprsea que si aún sigue habiendo, por ejemplo, racismo, es por lo cultural. “Los que vinieron de Europa no ganaron esta tierra hablando, sino que la ganaron con sangre. La gente del lugar empezó a ser denostada y ellos se pusieron como los supremos, mejores, lindos, limpios, y nosotros éramos los ‘todo mal’. Eso fue el caldo del cual se creó nuestro sistema. Entonces es algo que está impregnado en toda la construcción de las sociedades donde vivimos. Por supuesto hay lucha, replanteo, injusticias que se han vencido, superado, pero siempre va a quedar el racismo porque es parte de la base y no la vas a poder sacar fácilmente de las sociedades y por ende de las mentes de las personas”, lamentó.
“Te das cuenta que fue todo construido de tal manera que la lucha no se va a acabar nunca, que siempre va a existir racismo, discriminación, desigualdades sociales. En eso está basada la sociedad. Siempre va a haber lucha a todo nivel y lo mío es una lucha musical”, subrayó.
En ese sentido Fidel se sostiene en la música y en el arte. Quiere demostrar con eso que todavía hay esperanza en este mundo. “Las ganas, la emoción, son lo que en definitiva me mantienen en esto, porque el día que pierda eso me voy a tener que dedicar a otra cosa. No voy a poder manejar esto como una actuación”.
Así celebra Fidel con su música que es para él el mensaje de su lucha, atravesando los “múltiples matices de la cultura musical mundial, inspirando amor, unión y solidaridad”.
Finalmente, reiteró el “mucho afecto” que le tiene a Paraguay, un país “muy especial” para él. “Cada vez que voy para allá es una alegría terrible, así que ahora espero que sea pronto poder volver”.