Ante la presencia de familiares de Helio Vera, como también amigos y colegas, fue lanzado el pasado viernes su obra póstuma “Del romancero español al compuesto paraguayo”.
La presentación estuvo a cargo de la editora de Servilibro, Vidalia Sánchez; del escritor y periodista Bernardo Neri Farina, y del ministro de Relaciones Exteriores, Dr. Euclides Acevedo. Además, el homenaje se cerró con música de la mano de Los Compuesteros de Carapeguá, Agustín Mendoza, y Lilian Romero y su grupo conformado con Digno Acuña y Ángel Amarilla.
Un amante de las letras
“Toda presentación de libro conlleva una emoción por lo que significa en términos culturales, pero la de hoy significa para mí y para Servilibro una connotación especial. El gran Helio Vera nos vuelve a congregar para la presentación de otra obra de edición póstuma, un volumen que él quiso mucho en vida, como admirador de los compuestos populares”, afirmó Vidalia Sánchez.
La editora explicó que Vera dejó este libro “prácticamente terminado y con el expreso pedido de que fuera prologado y presentado por su amigo Euclides Acevedo”. En dicho sentido expresó: “hoy estamos aquí cumpliendo su deseo”.
“Este libro tiene el gran valor del rescate de una tradición arraigada en la oralidad y con raíces muy profundas en nuestra historia. Ese rescate lo hizo Helio en el marco de un estudio erudito en compuesto que se remonta al romancero español llegado a nuestras tierras en la época de la conquista y la colonia. He aquí una obra para estudiosos e investigadores que nos dejó en una muestra de su talento y su generosidad intelectual”, enfatizó Sánchez.
Por su parte, su colega y amigo Bernardo Neri Farina bromeó al empezar a hablar que Helio “detestaba a los presentadores de libros”, por lo que sería breve y recordaría más al autor que hablar de la obra. Sobre Helio afirmó que “es una leyenda en vida”. “Fuimos compañeros en el periodismo de los años 70 y compartimos la redacción del viejo diario Hoy”, rememoró, para luego resaltar su “ironía sutil e inteligente”.
Hizo énfasis en que fue un “curioso que se internaba a conocer cosas por el puro deleite de conocerlas”. Además, añadió, aprendió “a entender por qué usaba el humor en sus textos y conversaciones: el humor le serviría para expresar las cosas serias que quería decir sin que la gente percibiera en él ninguna forma de soberbia que suelen esgrimir quienes quieren demostrar su sabiduría”.
“Él amaba el humor. Hacía humor de gran calidad intelectual pero no utilizaba el humor por el humor sino como instrumento sublime de comunicación”, precisó.
A su turno, Euclides Acevedo pidió a la gente que adquiera el libro y lea el prólogo. Insistió en que hablar de Helio Vera es hablar de su obra, pues “hay una simbiosis ineludible”.
“Al leer este libro se darán cuenta de que aquí hay no solamente una ilustración de lo que es el compuesto, sino que también esta es la versión oral poética musical de los misterios de los pueblos”.