En vida, el humorista fallecido ayer a los 73 años, había solicitado a sus familiares no llorar cuando él muera, sino al contrario, pidió que no dejen de sonreír. Otro de los deseos de Carlitos Vera fue que nadie vista de negro. El mismo era un hincha fanático del Club Cerro Porteño y sobre su féretro estaba exhibida una gran bandera con los colores del club azulgrana. Uno de sus hijos también llevaba puesta la camiseta del club deportivo.
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Vera es otra de las víctimas del virus covid-19, ya que tras contagiarse fue internado en julio pasado y presentó severas complicaciones que desencadenaron en su deceso.
Durante más de 55 años, Carlitos Vera hizo reír a muchas generaciones en presentaciones que difícilmente se borrarán de la memoria de los paraguayos.
Como legado, deja numerosas grabaciones de sus monólogos, además de un libro autobiográfico denominado “El hombre de las mil voces”, que fue escrito por Rosa Scappini.
“Es un compromiso muy grande hacerle feliz a la gente”, decía el artista, que normalmente incluía en su amplio repertorio imitaciones a políticos, futbolistas, figuras de la farándula, entre otros.