Gamarra recordó a ABC que el año pasado, ante la crisis desatada por la pandemia, optaron llevar adelante el evento en forma virtual. “Sentimos que teniendo esa incertidumbre la gente necesitaba más que nunca de buenas películas y que el festival como siempre no podía dejar de estar. Logramos hacer un festival muy digno, con poquísimos recursos, pero con muy buenas películas y buena oferta de actividades paralelas”, expresó.
Señaló que atendiendo a que la edición que viene es la número 30, la intención es darle al público una mejor experiencia, combinando lo presencial con lo virtual. Es por ello, que ante las dificultades para encontrar financiamiento y la logística que conlleva hacer un evento ante la actual situación sanitaria, optaron por esperar al próximo año. “Creemos que el festival es un baluarte de la resistencia cultural de nuestro medio. Creemos que la sociedad paraguaya se merece celebrar de buena manera un evento cultural que es el más antiguo de Asunción”, expresó Gamarra.
Añadió que, como ya se ha demostrado en experiencias de festivales en otros países, la experiencia de ver películas en casa es muy diferente a la de estar en una sala de cine. “Encontrarse físicamente, comulgar la experiencia de una película, el encuentro, el intercambio de ideas. Por estas razones fundamentales es que decidimos posponer el festival para el año que viene”, acotó.
Alianza con el INAP
Gamarra alberga la esperanza de poder establecer una alianza con el recientemente creado Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo (INAP) para impulsar el festival y potenciar el desarrollo del cine paraguayo; atendiendo a que desde su creación ha servido de vidriera para impulsar la carrera de varios realizadores locales.
“El contexto sociopolítico, económico y tecnológico del cine está pasando por un periodo muy incierto, de muchos desajustes, de una transición que no sabemos hacia dónde va”, afirmó Gamarra, ante la consulta de cómo programar un festival de cine ante el avance de las plataformas digitales, que ponen a disposición del público en cuestión de semanas varios de los principales títulos del circuito internacional. “Conseguir una película para un festival hoy en día es un trabajo arduo donde hay demasiadas variables en el asunto de los derechos y de las formas de exhibición, incluyendo las plataformas que ya están contractualmente asumidas por una producción para una película”, añadió.
Entre las actividades emprendidas por el festival, en los últimos años, Gamarra expresó su preocupación por el aspecto pedagógico del séptimo arte, a través de encuentros con docentes y alumnos, con miras a la formación “del público de hoy y del mañana”.
“Hay muchísimo que debe ser hecho en la difusión de la cultura cinematográfica en el interior, en ciudades clave del Paraguay, donde hay un público ávido y también hay talentos para el cine paraguayo, que deben ser inspirados, educados, culturizados a un cine diferente que el cine comercial, escapista, que están acostumbrados muchos a ver”, concluyó.