“Filmada con una sobriedad abrumadora, donde la palabra toma el lugar de la historia, o los silencios como canciones llevan la melancolía de los personajes, la cineasta nos ofrece una película de gran poder político sobre nuestro tiempo, donde el virus del capitalismo es nuestra mayor amenaza. Poética y luminosa a pesar de la historia sobre la tragedia del colonialismo genocida, una destrucción en vigencia”, reza la decisión del jurado.
El reconocimiento fue otorgado en el marco del festival Istanbul Documentary Days - DOCUMENTARIST donde el filme competía con otras siete películas por tal premio. “Mateo Sobode Chiqueno, protagonista del filme, siempre dice que es para él muy importante que la película sea vista por la mayor cantidad de gente posible. De esta manera, la historia y la situación del pueblo Ayoreo puede ser conocida ampliamente en el mundo. Este premio incentiva que esta película siga viajando, que siga siendo vista”, mencionó la directora en un video que se proyectó en la ceremonia de clausura del festival.