“Sobre la obra de Hermann Guggiari su familia retiró todo, eso es lo que te puedo decir”, expresó Morales en una breve charla telefónica, excusándose que se encontraba en una reunión.
Agregó que durante su mandato en la institución no se instruyó sumario alguno para investigar quiénes fueron los responsables de ordenar el desmonte de la escultura, que estaba instalada en el predio de la Seam desde el 2002.
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“Hasta mi época no. No sé si después se llegó a hacer otra cosa”, añadió Morales, quien estuvo en el cargo hasta enero del 2015.
En marzo de 2014, luego de que los hijos de Hermann Guggiari comprobaron el desmantelamiento de la escultura, Morales remitió una nota de disculpas a la familia del escultor alegando que se encontraba de viaje en México cuando se procedió al traslado de “la valorada obra”, según destaca el texto de dicha nota. En la misma también prometió que la obra sería reubicada “con la debida honra, en el lugar que respetuosamente le corresponde”.
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Posteriormente, la entonces titular de la Seam firmó un acuerdo con los hijos del escultor para trasladar “El clamor del bosque” a un nuevo sitio en el plazo de seis meses, o las piezas de la obra quedarían en poder de la familia. Actualmente, las piezas que formaban parte de la escultura se encuentran a un costado del antiguo taller de Guggiari.
El conjunto escultórico creado por Guggiari buscaba crear conciencia acerca del cuidado del ambiente, destacando la importancia de la Seam al respecto. La pieza consistía en un árbol forjado en hierro, buscando representar la naturaleza destruida, y nuevos brotes a su alrededor realizados en acero inoxidable. En uno de estos brotes se lee la inscripción: “Ante su trágica destrucción, la Secretaría del Ambiente se aboca a su urgente recuperación. Compromiso nuestro para una vida mejor hoy y en el futuro”.