Muere el legendario cineasta francés Bertrand Tavernier a los 79 años

El mundialmente reconocido cineasta Bertrand Tavernier murió este 25 de marzo en Sainte-Maxime, al sur de Francia. Director, guionista, crítico, deja una monumental filmografía y el testimonio de una vida entregada a la pasión por el séptimo arte

Bertrand Tavernier en 2009Philippe Merle / AFP (Crédito Personalizado)
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El director francés Bertrand Tavernier, gran defensor del legado de Dumas, Zola y Víctor Hugo, amante del jazz y de la buena mesa y militante de las causas justas, ha fallecido ayer, jueves, a los 79 años de edad, según anunció el Instituto Lumière, que presidía en Lyon, su ciudad natal, desde 1982.

Con André Téchiné o Jacques Doillon, Tavernier fue una de las principales figuras de la generación de cineastas inmediatamente posterior a la Nouvelle Vague. Buscó rescatar el relato tradicional y el registro realista, y, aunque a sus películas se les colgó con frecuencia la etiqueta de «cine social», a Tavernier no le convencía: «Nunca he trabajado a partir de problemáticas sociales», afirmó alguna vez, «sino de personajes».

Bertrand Tavernier nació en 1941 en Lyon, hijo del poeta René Tavernier, respetada figura de la Resistencia contra los nazis que nunca aceptó la vocación de su hijo. Se enemistaron cuando el joven Tavernier, a los veintipocos, se negó a estudiar Derecho. Uno de los hilos conductores de su producción cinematográfica es, precisamente, el tema de los conflictos y las rupturas entre padres e hijos.

Luego de estudiar en la Sorbona, Tavernier fundó el cineclub Nickelodéon para proyectar películas estadounidenses de las décadas de 1940 y 1950. Debutó como crítico en Cahiers du Cinema y fue asistente del gran Jean-Pierre Melville. Su carrera como director despegó cuando el actor Philippe Noiret, que acababa de rodar con figuras de la talla de Alfred Hitchcock, Louis Malle o Marco Ferreri, aceptó protagonizar el primer guion de Tavernier, El relojero de Saint Paul (1974), adaptación de la novela de Georges Simenon. Pero el auge de Tavernier llegó en las décadas siguientes, las de 1980 y 1990, con títulos como La muerte en directo (1980), Un domingo en el campo (1984), Alrededor de la medianoche (1986), La vida y nada más (1990), Ley 627 (1992), La hija de D’Artagnan (1994), La carnaza (1995), Capitán Conan (1996) o Todo empieza hoy (1999). Alrededor de la medianoche (Autour de minuit) le valió reconocimiento internacional. El pianista Herbie Hancock ganó el Óscar a la mejor banda sonora original por esta película sobre jazz, y el saxofonista Dexter Gordon ganó una nominación al Óscar como mejor actor.

En las últimas décadas, Tavernier se dedicó a otra vocación: la de estudioso del cine. En 1991, publicó, en coautoría con Jean-Pierre Coursodon, 50 años de cine norteamericano, seguido, en 1993, del libro Amis américains, que recoge sus conversaciones con John Ford, Elia Kazan, John Huston o Robert Altman, entre otros, a las que en reediciones posteriores se sumaron más entrevistas, con cineastas como Quentin Tarantino, Alexander Payne o Joe Dante. En el 2009, Tavernier rodó En el centro de la tormenta, drama sureño con Tommy Lee Jones y John Goodman. Le siguió, de vuelta en Francia, La princesa de Montpensier (2010), adaptación del cómic Quai D’Orsay. Crónicas Diplomáticas (2012), de Abel Lanzac y Christophe Blain. Filmó después el documental Las películas de mi vida (2016), un monumental viaje por el séptimo arte de la segunda mitad del siglo XX. Fue su último film. Digna despedida de un hombre que amó el cine por encima de todo.

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