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Si bien se trata de un deporte de contacto extremo, el rugby se caracteriza por el profundo respeto hacia los valores humanos que se ponen en práctica dentro como fuera del rectángulo, como ser el respeto, la solidaridad, responsabilidad, compromiso, sacrificio y la humildad. A todo esto se suma la acción social, con especial enfoque hacia sectores desfavorecidos, según las directrices de la World Rugby, entidad matriz de este deporte a nivel mundial.
El protocolo de acción social establece que previo a una competencia, cada seleccionado nacional debe realizar algún tipo de acción solidaria, que en nuestro país se viene replicando desde aproximadamente dos años, tanto en las selecciones menores, la selección femenina y la selección mayor, expresó a ABC Color, Rubén González, actual vocal de la Unión Paraguaya de Rugby.
Tal es así que los componentes del seleccionado mayor colaboraron con la fabricación de puentes flotantes para las zonas inundadas del área metropolitana a finales del año pasado y el domingo 3 de abril fueron hasta un tinglado del barrio Tablada Nueva para compartir una jornada de confraternidad con los chicos de la zona, con juegos recreativos orientados desde el rugby y con un almuerzo preparado por los propios Yacarés.
"Con este protocolo queremos hacer que el deporte sea más inclusivo, y también es una forma de que nuestros chicos (seleccionados) tengan la posibilidad de pisar tierra, que vean que hay compatriotas con necesidades; esto nos hace mas humanos, tenemos una frase de que una mejor persona es un mejor Yacaré y tenemos que construir un espíritu de solidaridad con nuestros compatriotas", resaltó el dirigente.
Actividades de este tipo tienen varios propósitos, uno de ellos apunta a disminuir la presión de los deportistas previo a una competencia, también pretende desmitificar la idea de que se trata de un deporte elitista, reservado para un determinado núcleo social. En ese sentido, González valoró que de un tiempo a esta parte este ha sido uno de los principales logros de la gestión de la URP, “a tal punto de que existen canillitas en equipos de primera y la práctica se ha extendido a varios puntos de la república, algo impensado diez a quince años atrás cuando teníamos solo 8 a 10 clubes, todos ellos en el área metropolitana, hoy tenemos más de 30 y una liga nacional en curso”.
Mateo Arévalo, capitán del seleccionado paraguayo, quien participó de la jornada, señaló que la jornada del domingo sirvió para transmitir los valores del deporte a los chicos, proporcionarle un momento de distracción y expresando la solidaridad, teniendo en cuenta que la mayoría proviene de familias desplazadas por la inundación.
Arévalo detalló que en principio hubo cierta timidez, debido que ninguno de ellos ha escuchado sobre la existencia de este deporte. Algunos fueron con su pelota de fútbol, no obstante con el transcurrir de la jornada se fueron soltando y cerca de 100 niños formaron parte de la actividad, en que aprendieron nociones básicas y rápidamente se entendieron con la ovalada y quedaron encantados
Para el atleta, el deporte constituye una herramienta fundamental para transformar una realidad formando mejores personas, especialmente en lugares sensibles donde los menores están expuestos a la droga y la delincuencia. En ese sentido, el capitán mencionó la posibilidad de hacer extensiva la práctica del rugby de manera más formal en espacios públicos, por intermedio de la Municipalidadde Asunción para que se haga de manera sostenida.
El ejemplo más notorio de transformación a través del deporte se dio en la década del '90 de la mano del mítico líder sudafricano tras 27 años de encierro por parte del gobierno que dividió al país otorgando supremacía a los sudafricanos blancos.
Cuatro años después de recuperar la libertad se convierte en presidente de la nación, el primero de raza negra en toda la historia de ese país. Sin revanchismos ni deseos de venganza, Mandela se dedicó a reconstruir un nuevo país lejos de la sombra del Apartheid y vio en el Mundial de Rugby de 1995 organizado por Sudáfrica la oportunidad de reconciliar a todos los sudafricanos sin distinción.
Por muchos años el rugby fue considerado como un estandarte de la supremacía blanca en territorio sudafricano y por ende rechazado por la población de color, no obstante para ese mundial, Mandela impulsó que los Springbooks, recorran todo el territorio interactuando con los ciudadanos históricamente marginados por el anterior régimen.
El corolario de la reconciliación sudafricana se materializa cuando Madiba vestido con los colores del seleccionado hace entrega de la copa mundial al capitán Francois Pienaar, para delirio del Ellis Park de Johanesburgo, tras una épica final contra Nueva Zelanda.