La crisis aprieta a los zapateros

“Cada uno sabe dónde le apreta su zapato”, dice el viejo refrán, y sí, la crisis económica golpea también muy fuerte a los zapateros que están apostados en la Plaza de la Libertad de Asunción. Además el sector industrial asegura que sus ventas cayeron en un 80 por ciento debido al ingreso masivo de calzados del Brasil y de China.

Los trabajos se redujeron en un 60 por ciento en el último año.María Teresa Blanco
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Las personas que hacen reparaciones de calzados en la Plaza de la Libertad del microcentro de Asunción dicen que sobreviven con la mitad de lo que antes ganaban en una jornada de trabajo. La crisis se acentuó este último año debido al ingreso masivo del contrabando de calzados.

Si caminás por la Plaza de la Libertad de Asunción, indefectiblemente te encontrarás con los puestos de reparación de zapatos y la venta de tereré. Ellos, al igual que los artesanos, ya forman parte de la fisonomía del espacio verde. Sin embargo, ahora debido al escaso trabajo que tienen, pasan más tiempo jugando a las damas o compartiendo una ronda de tereré entre todos, mientras esperan a sus clientes, quienes algunos días nunca llegan.

Algunos juegan "dama" mientras esperan a los clientes.

“Los trabajos son cada vez más escasos, ya nadie pide una lustradita de su zapato. Lo único que nos salva el puchero del día son los trabajos de compostura; de vez en cuando llega una señora que pide la reparación del taquito de su zapato”, dijo Víctor Quiñónez, quien pasó 29 años dando una lustradita a los zapatos de los oficinistas asuncenos.

Quinónez lamenta la desidia de las autoridades capitalinas que desde hace años no ejecutan proyectos para revitalizar el centro y deje de parecer una ciudad fantasma. Indicaron que desde que el polo de desarrollo se trasladó en la zona de Villa Morra y Santa Teresa muchos oficinistas no llegan hasta el centro. Solo algunos que otros funcionarios públicos o empleados bancarios recorren la plaza en busca de alguna reparación.

“El centro está muerto, desde que todos los edificios se construyeron en la zona Villa Morra y Santa Teresa todas las oficinas están en ese polo de progreso y acá murió”, dijo Quiñónez.

Por otro lado, don Carlos Segovia manifestó que hace unos 30 años estaban 22 zapateros y ahora apenas llegan a 8 puestos de reparación. Dijo que nadie les presta atención, para mejorar sus puestos de trabajo o buscar alguna propuesta para poder hacer frente a la crisis económica que vienen atravesando.

“Antes estábamos muchos, todos ganábamos bien y podíamos mantener dignamente a nuestras familias. Yo hice que mis cinco hijos crezcan y estudien con mi trabajo de zapatero, pero ahora es muy difícil todo, casi nada levantamos y más durante este actual gobierno en donde todo es inestable”, dijo don Segovia, mientras le daba unas puntadas a un zapato que un cliente dejó para la reparación.

El panorama es desolador entre los zapateros de la Plaza de la Libertad.

Manifestó que hace unos tres años levantaban unos G. 200.000 por día y ahora si tienen suerte llegan a los G. 100.000, de cuyo monto se debe restar su alimentación y la compra de insumos. La ganancia es cada vez menor.

“Nos salva en el apuro... Caminar por las aceras de Asunción sí o sí gasta todo el taquito de los zapatos y ellos nos sacan del apuro”, dijo una clienta, quien estaba aguardando se termine de reparar su calzado.

Los zapateros aguardan a sus clientes en el espacio verde.

El sector industrial tampoco despega

La crisis no solo golpea a los que se encargan de reparar los calzados; también se siente en el sector industrial, quienes aseguran que las ventas bajaron en un 80 por ciento en los últimos cinco años. Desde el 2013 la producción de calzados se vio afectado principalmente por el ingreso masivo de zapatos del Brasil y también los zapatos chinos, que tienen una pésima calidad, pero el costo es más accesible.

“El ingreso de zapatos chinos de menor calidad, pero de precios más bajos nos golpea mucho porque la gente prefiere comprar más barato. También ingresa de manera masiva los calzados desde el Brasil. Necesitamos que las personas apoyen lo nacional, para poder salir de la crisis, porque hay muchas personas que depende de la producción nacional”, dijo Marcelo Benítez, presidente de la Asociación de Gremio de Fabricantes de Calzados y Proveedores del Paraguay.

Agregó que ente el 2013 y este año la fabricación de calzados cayó en un 80 por ciento, si bien se tuvo un ligero repunte en el 2018, pero ahora con la crisis política que atraviesa el país volvió a estancar la economía.

Benítez manifestó que ya se reunieron con el presidente Mario Abdo Benítez, antes de la crisis política para buscar una salida a la situación que atraviesa la producción nacional y recibieron muchas promesas que ahora quedaron todas estancadas.

Productores de calzados recibieron promesas del presidente Mario Abdo Benítez.

Agregó que se está trabajando para conseguir capacitación y créditos con el 12 por ciento de intereses para el gremio, pero que la excesiva burocracia estatal es otro gran inconveniente para los fabricantes y los proveedores nacionales.

Por último, explicó que están trabajando con un proyecto para proveer de unos 50.000 pares de calzados para el Ministerio de Educación y eso representará unos tres meses de trabajo fijo para el sector fabricante.

“Estamos trabajando para poder proveer al Estado, si sale ese proyecto vamos a tener trabajo fijo por lo menos por tres meses. De eso están pendientes muchas familias a nivel nacional”, dijo Benítez.

Agregó que en la asociación están unos 180 miembros que trabajan para conseguir más capacitación, créditos para la inversión y capital operativo.

“Estamos trabajando ahora con el Banco Nacional de Fomento, pero hay demasiada burocracia para acceder a los créditos para la inversión y el capital operativo”, puntualizó Benítez.

Algunos zapatos aguardan a sus dueños para ser retirados hace mucho tiempo.

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