Condenados a vivir entre humanos

Los animales silvestres que son extraídos de su hábitat natural para ser convertidos en mascotas están prácticamente condenados a vivir en cautiverio o cerca de los humanos por el resto de sus vidas, por la falta de práctica de programas de reinserción. Registrarlos legalmente como mascotas cuesta cerca de G. 1.000.000.

Mono incautado del comercio ilegal de animales silvestres en mercados.Mades
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Enseñarles frases, canciones, saludos o palabras sueltas a los loros ha sido históricamente algo muy ligado a las costumbres populares del Paraguay, obviando que son aves silvestres que viven casi toda su vida en una estrecha jaula de hierro o en una argolla metálica, con las plumas de las alas recortadas para que no puedan escapar.

Adoptar (comprar) animales exóticos como mascotas siempre es y fue considerado como un sinónimo de buen gusto, pero, por más que reciban el mejor de los cuidados, fueron extraídos de sus hábitats y mientras más contacto tienen con los humanos, mayor es la pérdida de su comportamiento e instinto naturales.

“Los ejemplares o individuos extraídos de la naturaleza reciben una gran presión, un estrés por la adaptación que incluso les causa complicaciones en la salud”, explica el Lic. Darío Mandelburguer, director general de Protección y Conservación de la Biodiversidad del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades).

Ejemplares incautados del comercio ilegal de animales silvestres en mercados.

La ley establece una serie de requisitos para la adopción de animales silvestres como mascotas, trámite que cuesta casi G. 1.000.000, aunque sea solo un loro, lo que apunta a desalentar esta práctica. Muchos tienen animales silvestres de manera ilegal, lo que está penado por ley.

“Nosotros no fomentamos la adopción de animales, no aprobamos que sean mascotas; queremos frenar ese mercado, por eso se hacen los decomisos y neutralizamos los operativos de venta”, refirió Mandelburguer.

Pérdida de identidad

Un ejemplar ya domesticado, que vive en un hábitat urbano, es muy complicado que pueda volver a su medio natural, sostuvo el director de Biodiversidad.

Los mamíferos y aves que permanecen un tiempo cerca del ser humano y otros animales domésticos ya dejan de ser silvestres, advirtió, por su parte, la Lic. Nora Neris, directora de Vida Silvestre del Mades.

“Es una costumbre que tenemos que sacarnos. La gente los toma como mascotas, los aman, los cuidan, pero una especie silvestre tiene una función en la naturaleza”, alertó.

Sostuvo que los animales que han estado en convivencia con humanos o vivieron enjaulados mucho tiempo pierden su característica silvestre, hablando desde el punto de vista biológico. “Ya tomaron otras costumbres; es más, su sistema hormonal ha cambiado, entonces si se los libera es muy probable que mueran, ya que no se les va a proveer alimento y van a buscar acercarse al humano otra vez, por lo que podrían encontrarse con quienes tengan intenciones de cazarlos”, advirtió.

Ejemplares incautados del comercio ilegal de animales silvestres en mercados.

Amenaza externa

Otro aspecto peligroso de la extracción de ejemplares de sus hábitats es la introducción al país de especies completamente ajenas a nuestra fauna y hay varios casos que ocupan la atención de las autoridades ambientales.

Según la Lic. Neris, hay ciertas especies potencialmente peligrosas que se encuentran en nuestro país como mascotas y que son permanentemente monitoreadas para que no se escapen a la naturaleza, como las pitones oriundas de Asia y África, y los axis (una especie de ciervo) que se encuentran en Tobatí y San José de los Arroyos, respectivamente.

En cuanto a las pitones, dijo que cuando fueron traídas en 2008 eran tres y ahora son 22. “En el caso de las pitones es gravísimo. Analizamos datos y pueden llegar a matar niños. Entonces, eso es lo que nosotros tenemos que prever: el impacto en la naturaleza y también el impacto social”.

Advirtió que, en muchos casos, las personas que los traen levantan importantes infraestructuras para mantenerlos, pero cuando los responsables mueren, los animales quedan a la deriva sin que nadie quiera hacerse cargo de ellos y terminan mezclándose en nuestro entorno natural.

La ley de Vida Silvestre establece que para la introducción de una nueva especie se debe realizar un estudio de impacto ambiental, pero esto es pura teoría, reconoció la especialista. El Convenio sobre la Diversidad Biológica refiere que cada país debe adoptar las medidas que fueren necesarias para erradicar especies exóticas invasoras que se tornan peligrosas para el medio ambiente local; incluso, avala la aplicación de la eutanasia, pero en Paraguay nunca se llegó a poner en práctica, expuso.

Estadísticas

Actualmente, se tiene un total aproximado de 1.400 personas inscriptas en el Registro Nacional de Vida Silvestre, en calidad de colecta científica, zoológicos y tenencia de mascotas.

En el año 2017 se realizaron 67 verificaciones de condiciones de tenencia en el marco de las solicitudes de inscripción. En 2018 se realizaron 59 verificaciones.

En cuanto a procedimientos, en el año 2017 se intervinieron seis puntos donde se registraban casos de comercio ilegal de animales, y en 2018 se registraron ocho, en el Mercado Municipal de San Lorenzo y el N° 4 de Asunción.

Ejemplares incautados del comercio ilegal de animales silvestres en mercados.

Cómo registrarlos

Estos son los requisitos para el permiso de tenencia de animales silvestres en cautiverio:

1. La persona debe estar inscripta en el Registro Nacional de Vida Silvestre (RNVS). Los requisitos son: antecedentes policial y judicial; foto tipo carnet y copia autenticada de C.I.; formulario de solicitud firmado por el propietario. El costo es de G. 406.000.

2. Una vez obtenido el RNVS se debe realizar la solicitud de permiso de tenencia de animales silvestres, cuyos requisitos son: copia del RNVS, certificado veterinario, declaración jurada del origen del animal y formulario de solicitud firmado por el propietario. El costo es de G. 406.000.

El permiso de tenencia será otorgado previa verificación por parte de técnicos de la Dirección de Vida Silvestre.

Casi imposible volver

Ahora piso yo el suelo de mi bosque,

otra vez el verde de la libertad.

Estoy viejo, pero las tardes son mías,

vuelvo al bosque, estoy contento de verdad

Refiere parte de una popular canción que cuenta la historia de un oso que logró escapar de un circo.

Ambos especialistas sostuvieron que devolver a la naturaleza a un animal silvestre que vivió con humanos durante un tiempo prolongado es más que difícil.

Mandelburguer refirió que cuando una persona ya no quiere seguir cuidando a su mascota exótica, prima la búsqueda de otra persona que pueda adoptarla y la registre, por la costumbre y dependencia del ejemplar hacia el humano.

En el caso de las incautaciones, y siempre teniendo en cuenta la medida de afectación de las costumbres del ejemplar, lo que se hace es trabajar con cada individuo e iniciar un proceso de reinserción al medio.

Por su parte, Neris sostuvo que no es tan fácil el proceso y que la opción que prevalece es trasladarlos a zoológicos, ya sean públicos o privados, que estén en condiciones de albergarlos. “Es muy difícil reintroducirlos a la naturaleza y son muy precarios los programas. Hay pequeños intentos e instamos a los zoos a que inicien estos procesos, pero es muy difícil”, resaltó.

A su criterio, la clave para frenar este fenómeno es desalentar la tenencia doméstica de animales exóticos, que no son aptos como mascotas de compañía.

Ejemplar incautado del comercio ilegal de animales silvestres en mercados.

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