Captar la atención de los niños es cada vez más complicado sin ayuda de las nuevas tecnologías. El docente debe buscar innovarse cada vez más si desea que sus alumnos aprendan la materia y en ese marco, los robots y la tecnología en 3D está acaparando la atención en el ámbito pedagógico de varios países.
En Paraguay, esto parece un sueño lejano pero un grupo de estudiantes de la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción decidió aportar su granito de arena creando Kachibot, un prototipo que apunta a modernizar la enseñanza del guaraní. Fernando Antúnez, Alejandro Candia, Sergio Román, Diego Dacak y Marcelo Enciso, estudiantes de la carrera Ingeniería en Electrónica, desarrollaron este robot que enseña el idioma a los niños del nivel inicial.
Antúnez contó que fue creado con piezas impresas en 3D y funciona a través un microcontrolador conectado a los smartphone a través de bluetooth. Para ello, también crearon una aplicación que puede ser instalada en cualquier celular, mediante el cual el docente podrá controlar a Kachibot.
El robot contempla parte del contenido del programa de estudios del nivel inicial, como el abecedario, los colores, números y animales, por ejemplo. Kachibot enseña la pronunciación y grafía correcta de cada palabra, con imágenes divertidas y voces distorsionadas para simular un robot y así no solo enseñar sino también captar la atención de los chicos de manera divertida.
El guaraní, ¿fuera de las aulas?
En junio pasado, varias instituciones alzaron sus voces ante los rumores de que el Ministerio de Educación tenía planeado excluir del sistema educativo el idioma guaraní. Ante esa noticia, este grupo de estudiantes se indignó y con el objetivo de realzar la importancia del estudio de nuestra lengua nativa, iniciaron la creación de Kachibot.
“Además, la ONU declaró al 2019 como el Año Internacional de las Lenguas Indígenas”, destacó Fernando Antúnez. El joven cuestionó la posibilidad de excluir el guaraní de las aulas: “¿Cómo por ejemplo un idioma oficial va a dejar de estudiarse en las aulas? Vamos a perder todo lo relacionado a nuestra identidad”.
“Decidimos hacer este prototipo para que los niños puedan sentir mayor pertenencia hacia nuestro idioma”, añadió en otro momento.
Cabe destacar que desde el MEC habían aclarado que no eliminarán el guaraní del currículo pero modificarán la enseñanza en las instituciones educativas, basándose en una encuesta que señalaba que solo el 3% de 140.000 niños y niñas evaluados habla únicamente el idioma nativo y un 17% solo castellano.
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Un Kachibot en cada escuela
Los jóvenes expresaron su deseo de llegar a iniciar los diálogos con el Ministerio de Educación y Ciencias con el objetivo de que en algún futuro Kachibot llegue a todos los colegios que cuenten con el nivel inicial.
Para producir este primer prototipo, invirtieron aproximadamente G. 800.000, pero en ese costo total ya están incluidas unas series de pérdidas durante las pruebas y ensayos. “Si logramos tener un apoyo del Estado, se pueden mandar traer ciertas piezas muy económicas de Japón y producir a gran cantidad será mucho más barato”, garantizó Antúnez.
Ayer, los universitarios visitaron la Escuela Básica Pitiantuta, de Fernando de la Mora, y los niños recibieron a Kachibot con mucho entusiasmo. Todos interactuaron alegremente con él e incluso al terminar la clase pidieron una nueva visita.
“La profe nos dijo que a los niños les cuesta mucho el guaraní, pero con nosotros todos se prendieron”, añadió. El dispositivo tuvo aceptación no solo del plantel docente y estudiantil, sino también de la directora. “Ella nos dijo que podemos mejorar la app con algunas actualizaciones de la malla curricular, dependiendo de los diferentes cursos; le pareció fantástica la idea”.
En ese sentido, aclaró que este primer dispositivo está sujeto a todo tipo de actualizaciones y, con ayuda del MEC, esperan ir corrigiendo errores y añadiendo más opciones.
“Podemos hablar con grandes historiadores, por ejemplo para incluir la historia del guaraní. O tal vez fragmentos de músicas y poemas de grandes creadores. La idea es mantener en vigencia nuestras costumbres y tradiciones, toda nuestra historia”, añadió Antúnez.
Cultivar el amor al guaraní
El joven cuestionó que en nuestro país muchas veces no se valore la importancia de tener dos lenguas oficiales, algo de lo cual pocos países pueden presumir. Por ello, reiteró, es crucial que desde las escuelas se vaya cultivando el amor al idioma nativo, para que seguir promoviendo la cultura generación tras generación.
“Si el niño ya crece con la base de que el guaraní es aburrido, en su juventud tampoco va a querer hablarlo. Por eso buscamos que los niños lo vean de una manera más divertida. Lo que queremos es que, a nivel país, podamos volver a sentirnos orgullosos de tener un segundo idioma oficial tan hermoso”, concluyó.