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El Dr. Juan Jara Rodríguez, neumólogo, afirma que actualmente el hábito de fumar cigarrillo, es decir, el tabaquismo, es una de las enfermedades que mata a más de cinco millones de personas al año y es responsable de la muerte de uno de cada 10 adultos. Entre los cinco principales factores de riesgo de mortalidad, esta es la causa de muerte más prevenible.
–¿Cuándo una persona se vuelve adicta al cigarrillo?
–Fisiológicamente, el tabaco actúa creando una fuerte adicción a la nicotina en el sistema nervioso de la persona que lo consume. Entonces, el consumidor no sólo desarrolla una adicción física, sino también psicológica al producto, y es por esto que en la mayoría de los casos, el consumo de tabaco se relaciona con la búsqueda de aplacar sentimientos de ansiedad, angustia, estrés y desesperanza.
–¿Cómo puede afectar al organismo el consumo de cigarrillo?
–En el humo del cigarrillo se encuentran numerosos compuestos químicos cancerígenos que provienen de la combustión, como el benceno, el benzopireno, el óxido nítrico, los derivados fenólicos y nitrosaminas, además de ser una fuente importante de la nicotina, que se considera un fármaco psicoadictivo. El tabaquismo se ha relacionado con diversas enfermedades en diferentes órganos, como cánceres: cáncer de pulmón, laringe, orofaringe esófago, estómago, páncreas, hígado, colon, recto, riñón, vejiga, mama, aparato genital, linfático.
–¿Qué ocurre con la fumadora que espera un bebé?
–Durante el embarazo, el tabaco multiplica su potencial dañino generando no solo riesgos para la fumadora, sino también para el bebé con riesgo de nacer con bajo peso, insuficiencias respiratorias y riesgo de padecer muerte súbita. Otros riesgos que conllevan el hábito de fumar son las enfermedades cardiovasculares y la enfermedad isquémica del corazón o enfermedad coronaria.
–¿Cómo afecta a las vías respiratorias?
–El cigarrillo causa hipersecreción, lo que da origen a tos y expectoración crónica en los fumadores. Otras causas graves son enfisema EPOC, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y síndrome de apnea obstructiva durante el sueño.
Depresión y la ansiedad
Se ha reportado una asociación entre el tabaquismo y la depresión. Se sabe que las personas con historia de ansiedad y tendencia a la depresión son más susceptibles a fumar, y que los síntomas depresivos que se manifiestan durante la abstinencia son reversibles con la reintroducción del cigarro. Por otro lado, como resultado de varios estudios se ha encontrado que la nicotina reduce tanto la incidencia como la severidad de los síntomas depresivos. Además, se ha probado que para contrarrestar los síntomas de la abstinencia a la nicotina algunos antidepresivos como el bupropión, la fluoxetina, la moclobemida y la nortriptilina tienen efectos benéficos.