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ENCARNACIÓN (Juan Augusto Roa, de nuestra redacción regional). El presidente del Club Atlético San Juan, Darío Ortiz, dijo que este año la entidad hizo una gran inversión en mejoramiento de sus instalaciones, como en el sistema de iluminación. La sede está ubicada en la esquina de las calles General Artigas y Tomás Romero Pereira.
Por ejemplo, en el salón social del club fueron cambiados el cielorraso, el piso y parte de la lumínica. El resultado es que tiene un aspecto general más moderno.
El dirigente refirió que la inversión realizada ronda los G. 200 millones, solventados con recursos propios, aportes de los asociados y de empresas comerciales.
La cantidad de socios que tiene el club es de aproximadamente 1.000 personas, de las cuales unas 250 son las que activan con mayor asiduidad.
La institución tiene una peculiaridad, pues debido a que abarca varias disciplinas, algunas de ellas tienen más seguidores que otras. Algunos socios son más afines a los deportes de salón, otros al fútbol.
Pero el carnaval es lo que aglutina a la mayoría. “Es el que tiene el mayor arrastre”, puntualizó Ortiz.
Hay socios que también son más activos durante la temporada de verano y acuden a las instalaciones que tiene la entidad en el barrio Bernardino Caballero, para usufructuar el quincho y participar de actividades sociales y recreativas.
El presidente del club expresó que entre los planes para este año está mudar y concentrar toda la actividad social y deportiva en la sede del barrio Bernardino Caballero, ubicada frente a la costanera. Tienen previsto construir canchas de fútbol, básquetbol y pistas de baile.
El antiguo local, ubicado en el centro de la ciudad, está en venta.
A sugerencia de inmigrantes
El club San Juan fue fundado para la práctica del fútbol, deporte al que eran muy aficionados unos jóvenes itapuenses que iniciaron la entidad.
La historia de la institución está contenida en una obra editada por uno de los expresidentes del club, Arq. Gerardo Cabrera, quien cuenta que por los años 1925 o 1926 un grupo de jóvenes y adultos se reunían a jugar al fútbol en un lugar conocido como “Estero porã” o “Estero cora”, que ocupaba una vasta zona y que sería parte del barrio Santa Rosa y Barril Paso, en las cercanías del arroyo Mbói ka’ê.
Era tradición que al término de los partidos se reunieran en un comercio ubicado en las inmediaciones de la calle Mcal. Estigarribia y el boulevard Concepción (actual Avda. Caballero) a compartir anécdotas y comentarios de la jornada.
Esta casa comercial, conocida con el nombre de San Juan, era propiedad de dos ciudadanos españoles: Victoriano Simplicio y Manuel San Juan.
Con el aliento de estas personas, los jóvenes fundaron un club de fútbol. Recuerdan con estima a Manuel Flecha, uno de los adultos que compartía las jornadas deportivas con los chicos del barrio.
El solar “San Juan”, tan caro a los afectos de estos entusiastas futbolistas, dio el nombre al club, que fue fundado un 28 de mayo de 1927.