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Facu: Hola, abuelo. ¿Cómo estás?
Abuelo: Hola, Facu. ¡Qué alegría verte, me encuentro muy bien, y tú ¿cómo estás?
Facu: Bien, abuelo. Parece que siempre estás muy entretenido con alguna cosa.
Abuelo: ¡Oh, sí! Soy muy dichoso de poder hacer ya a esta altura de mi vida solo aquello que quiero, ya me dedico al ocio, no más al negocio.
Facu: ¿Cómo es eso, abuelo?
Abuelo: El ocio significa disponer del tiempo para hacer aquello que se prefiere, en cambio el negocio implica trabajar para cubrir las necesidades básicas.
Facu: Entiendo, y ya puedes como jubilado, después de tantos años de trabajo, hacer solo aquellas cosas que prefieres.
Abuelo: Sí, es cierto. Es muy importante que en la vida uno pueda encontrar un equilibrio para dedicarse también a lo más importante, para poder disponer del tiempo no solo para sobrevivir sino para vivir.
Facu: Explicate, abuelo.
Abuelo: El negocio es para sobrevivir, y es una actividad importante porque debemos cubrir nuestras necesidades básicas, pero el ocio es aun más importante porque si no nos cultivamos solo se sobrevive soportando el peso de la vida.
Facu: Yo pensé que ocio solo significaba el tiempo libre.
Abuelo: Significa, sobre todo, qué se hace en ese tiempo libre. Hay actividades que sirven para distraerse, pero solo eso, tales como jugar con la play, juego de mesa, ver televisión. Si lo haces con amigos será mejor, pero te aportarán no más que entretenimiento.
Facu: Pero ¿qué más abuelo? Creí que la idea era entretenerse.
Abuelo: Sí, claro. Pero también hay actividades que pueden ser entretenidas y al mismo tiempo te aporten algo valioso.
Facu: ¿Cómo qué?
Abuelo: Piensa en una buena película, en la lectura de un buen libro, en visitar lugares que no conoces.
Facu: Ah, claro. Todo eso me encanta.
Abuelo: Incluso hay más, Facu. Hay actividades de ocio que son más sustanciosas aún.
Facu: ¿Más todavía?
Abuelo: Sí, cuando realizas actividades en las que estás creando algo, así sean pequeñas cosas, como pintar, escribir un poema, comunicarte con alguien. Ayudar a cuidar la naturaleza, a personas que no pueden valerse por sí mismas y tanto más.
Facu: Sí, abuelo. En verdad hay tantas cosas por hacer.
Abuelo: Sí, hijo. Cosas que son sustanciosas porque te cultivan y te hacen mejor persona.
Facu: ¡Guau, abuelo! Charlar contigo siempre es muy interesante. Me diste un montón de ideas para mis actividades de tiempo de ocio con mis amigos. ¡Gracias!