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El huevo está compuesto por 56% de albúmina, 32% por la yema y el 12% por la cáscara; la formación de ésta es la que mayor tiempo emplea para la producción de un huevo, que necesita de 24 a 26 horas. Con esto, podemos decir que una gallina no puede poner dos huevos en un día como suele comentarse. Lo que se puede ver son huevos de primera postura con doble yema, que no es lo mismo.
La cáscara del huevo está constituida principalmente por carbonato de calcio, para lo que es necesaria la participación del anhídrido carbónico, y este punto es muy importante tener en cuenta para hablar de calidad de la cáscara, sobre todo en verano. Las aves, como los mamíferos, son animales capaces de mantener su temperatura corporal dentro de límites que les permiten asegurar la vida. Para ello, cada especie tiene mecanismos que le permiten retener o eliminar el calor del cuerpo. Las aves no tienen glándulas sudoríparas, por eso dependen mucho de lo que hagan a nivel del pulmón, mediante la respiración.
La temperatura ambiente en que son criadas las gallinas ponedoras será fundamental para que las mismas estén dentro de la línea de confort. Las aves criadas a campo, buscan lugares frescos; los nidos para la postura están ubicados en pajonales o estructuras que permitan el paso del aire en verano, o abrigo en los días fríos. Las gallinas que son trabajadas en cautiverio están sometidas obligatoriamente a la temperatura ambiental y directamente relacionadas al espacio. Las ponedoras en piso deben tener una densidad no mayor de 4 aves por metro cuadrado. El galpón debe estar orientado de este a oeste, para que el sol penetre lo menos posible, y su ancho no debe ser mayor a 8 metros, de tal forma que el aire pueda circular fácilmente. La altura de la cumbrera debe ser mayor de los 3.5 metros y, si es posible, con aberturas que permitan la salida del aire caliente.
Las gallinas en jaula tienen mayor dificultad de ventilación. En un trabajo que realicé, pude determinar que cuando aumenta la densidad por jaula, aumenta la mortalidad, pero no influye significativamente en la producción. En todos los casos, cuando la temperatura ambiente supera los 30° C., se debe recurrir a la ventilación forzada.
Cuando el ave trata de mantener su temperatura corporal en los días calurosos, y en los galpones mal ventilados, el mismo comienza a jadear con mayor frecuencia, para bajar la temperatura corporal vía pulmón. Es entonces cuando comienza a aumentar la eliminación del anhídrido carbónico en perjuicio del que debe ir para la formación del carbonato de calcio de la cáscara, y es por ello que comienza a aparecer los huevos con cáscara delgada o sin cáscara. Muchos avicultores tratan de solucionar el problema aumentando la cantidad de calcio en la comida, pero ello no soluciona el problema, sino que a veces lo empeora. La cantidad de este mineral en la ración está determinada por la edad de postura, no debe ser menos de 3% ni más de 4.5%.
Lo práctico es ver la forma de aumentar el confort de las aves mediante una buena ventilación, abundante agua fresca en todo el sentido de la palabra, nueva y de menos de
23° C.
Agregar al balanceado bicarbonato de sodio, de acuerdo al consejo del médico veterinario de su zona.
La mala formación de la cáscara no solo perjudica la calidad de los huevos, sino que disminuye los beneficios de la comercialización, debido a que no soportan el manejo de traslado y se fracturan fácilmente.
Consuma lo que el Paraguay produce. Produzca lo que el Paraguay y el mundo necesitan.
Recuerde: El Paraguay puede.