Reivindicar la cumbia

“Es mucho más que el famoso chiki chik que uno supone al escuchar”, dice Sandra Kúku Flecha sobre uno de los géneros musicales más representativos de Latinoamérica: la cumbia. Junto con cinco amigas, se unieron para hacer música, bailar y divertirse con respeto.

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“Hey, chicas, ¿y si hacemos un grupo de cumbia?”. Con un mensaje tan sencillo y corto como ese empezó, hace poco menos de un año, la aventura de reivindicar en el Paraguay uno de los géneros musicales más populares de nuestro continente. La palabra “reivindicar” surge en la charla por la especie de estigma social que, a pesar de las libertades con las que vivimos, pocas personas admiten públicamente que escuchan cumbia, pero a la hora de bailar no hay fórmula mejor para que todos salgan a la pista. 

El grupo está integrado por Sandra Kúku Flecha, Sair Bogarín, Analía Valiente, Lucero Martínez, Mafe Núñez y Vane Macchi. Todas vienen de distintas áreas musicales o profesionales, y decidieron unir fuerza y talento para hacer realidad este desafío.

Una vez surgida la idea, empezaron a investigar con respecto a este estilo musical. “Nos dimos cuenta de que nosotras mismas, muchas veces, tenemos prejuicios hacia la cumbia, y nos ponemos una barrera que nos impide conocerla de verdad y poder disfrutarla, porque la cumbia es bellísima, tiene orígenes afro que son muy interesantes y casi no se conocen justamente por los prejuicios”.

“Lo que hacemos es música que divierte, anima. Cuando empieza la cumbia, es el punto de la fiesta en el que todos, independientemente de la edad o clase social, bailan. Fusionamos la cumbia con nuestra forma de vivir la alegría”, dice Kúku Flecha.

Por el momento, hacen covers de otras intérpretes y grandes exponentes del género, como Selena y Gilda, quienes además de ser latinoamericanas, mujeres y líderes, tienen historias de vida muy fuertes e hicieron historia. 

A la hora de armar el repertorio musical, la premisa para ellas es concreta: ninguna letra ofensiva. Y si bien es el único requisito para la elección, no es una tarea sencilla, ya que existen temas muy populares cuyas letras cosificaron a la mujer históricamente. “La idea de Kuña Kumbia es que sea música para toda la familia, que bailen las madres, los jóvenes y niños. El fin más importante es que se diviertan todos”, explica.

Sair Bogarín ejecuta el bajo y es la líder del grupo. Se encarga de que esas piezas, tan diversas, encajen a la perfección. “Hasta ahora lo estamos consiguiendo. El proceso creativo se da con bastante naturalidad, participamos todas, nos ayudamos, opinamos con seguridad sobre cada detalle por más de que no sea nuestro instrumento, porque entendemos que el resultado final es de todas y queremos que el resultado sea genial”, dice.

Tampoco temen a la hora de innovar, hacer “mezclas raras”, ponerles un toque propio a las canciones. La experiencia y formación de la mayoría de las integrantes les da el respaldo. Las ganas de imponerse en el mercado local las impulsa.

“Cuando vemos afiches para un evento musical importante, lo normal es que la mayoría de los artistas sean hombres, así que nosotras queremos utilizar al menos un cupo femenino. Estamos conscientes de que no va a ser fácil, pero tenemos muchísimas ganas de utilizar ese espacio, de darles ánimos a otras chicas para que también vayan armando sus propios grupos y así sumemos más mujeres a esos afiches”, dice Kúku.

Todas las integrantes de Kuña Kumbia saben que abrirse paso no es sencillo, que tal vez pase mucho tiempo antes de que uno de sus temas pueda pasarse por radio, pero están dispuestas a asumir ese desafío y trabajar duro hasta lograrlo. Con determinación y mucho entusiasmo aceptan todos los retos.

Recientemente tuvieron una prueba de fuego: el festival del 25N, por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La plaza de la Democracia estaba repleta, la adrenalina de la marcha estaba empezando a desvanecerse en los cuerpos de miles de personas que se habían autoconvocado, hasta que salieron ellas al escenario. El toque fresco y animado de su música no tardó en revivir esos cansados cuerpos, que empezaron a bailar en la pista, las escaleras y todos los rincones en los que pudieron. Cada vez que terminaba una canción, la gente pedía más. Los rostros de las Kuña Kumbia no tardaron en pasar de la mezcla de nerviosismo y ansiedad a la alegría plena.

Ahora, mientras componen sus propios temas y buscan financiación para su primer material discográfico, aguardan también los contratos desde el interior del país. Una de las grandes metas que tienen es repartir esta alegría por todo el territorio paraguayo. No hay prisas, saben que puede que vayan a paso lento, pero sus tacones siguen firmes y dejando huellas.

Sepa más

Facebook: Kuña Cumbia

Teléfono: (0992) 689-586

mbareiro@abc.com.py

Fotos: ABC Color/Claudio Ocampo.

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