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Alfonso Bogado ingresó como funcionario de Aduanas en 1984 y percibía un salario de G. 710.900. En el 2001 fue imputado e investigado por enriquecimiento ilícito. En ese año ocupaba el cargo de jefe de valoración en Encarnación con G. 1.382.400 de salario. Además G. 1.799.390 en gratificaciones.
Hace dos meses fue nombrado jefe de división en el puerto Caacupemí y según el registro de salarios divulgado por la Dirección Nacional de Aduanas en su página web, Alfonso Bogado cobra mensualmente G. 4.620.000.
Hasta hace unas semanas, su familia exhibía a través del facebook el estilo de vida que llevaban. Poseen una imponente residencia con pileta, quincho con blíndex y aire acondicionado en San Bernardino. Uno de sus hijos posa junto a su perro de raza Mastin Napolitano, valuado en US$ 2.000. Posee además una coqueta casa en el barrio Herrera de Asunción.
Uno de sus hijos actualmente cursa sus estudios en uno de los colegios más caros de la capital, cuya cuota es de G. 2.500.000.
El aduanero conduce una camioneta Kia Sorento color negro y su esposa e hijos se manejan en tres camionetas, todas ellas Toyota Hilux del año.
Además, en las fotografías exhibidas en la red social, otro de sus hijos se muestra conduciendo un cuatriciclo.
El caso de Alfonso Bogado es otro que se suma a la larga lista de aduaneros que llevan una vida ostentosa que no se compadece en absoluto con el salario que perciben en forma mensual como funcionarios públicos. ¿Cuál es la fórmula?
“Hace 30 años que soy funcionario”
Consultado ayer por ABC Color, el jefe de división del puerto de Caacupemí, Luis Fernando Alfonso Bogado, dijo que lleva casi 30 años como funcionario de Aduanas.
“Si entran en la página de ABC van a encontrar cuánto es mi salario. Ya fui investigado y fui sobreseído hace diez años. Entrá nomás en el archivo y vas a encontrar que me investigaron y fui sobreseído por la justicia. Dos años me investigaron y me sobreseyeron”, manifestó.
En relación con los bienes que posee, el aduanero dijo que no solamente él trabaja en su familia.
“Mi señora también trabaja. Tengo 30 años en Aduanas. Mi señora es profesional. Además yo no hago ostentación, no existe tal cosa. No dependemos solo de mis ingresos en mi famlia”, acotó.
Efectivamente, Luis Fernando Alfonso Bogado fue imputado por enriquecimiento ilícito en el 2001, por el entonces fiscal Adolfo Marín. Luego de unos años la investigación concluyó en su sobreseimiento definitivo.