El vendedor confeso de drogas y armas y miembro declarado de la facción carioca Comando Vermelho, Marcelo Piloto, fue despertado a patadas ayer a las 4:00 por un escuadrón de fusileros de la Fuerza de Operaciones Policiales Especiales (FOPE), cuyos miembros literalmente se lo llevaron tal como estaba vestido, con zapatillas de goma, pantalón corto y remera, aunque el criminal internacional por lo menos tuvo tiempo de escoger una campera.
La repentina irrupción se produjo cuando el delincuente dormía plácidamente en su cama de una plaza en una celda de la guardia principal del cuartel de la Agrupación Especializada. El recinto cuenta con una cocina amoblada y estaba equipado con aire acondicionado portátil y un ventilador de pie.
Los tiradores de la FOPE se limitaron a comunicarle al oficial de guardia de la Agrupación Especializada que Marcelo Piloto había sido expulsado del país por orden del propio presidente de la República, Mario Abdo Benítez.
Los agentes encargados de la custodia del narco ni siquiera tuvieron tiempo de comunicar la novedad a sus jefes directos, quienes se enteraron del traslado ya cuando la comitiva de tres camionetas había llegado al Grupo Aerotáctico de Luque.
Marcelo Piloto partió a las 5:05 hacia el aeropuerto de Itaipú, en Hernandarias, en un vuelo de casi una hora en un avión Casa de la Fuerza Aérea Paraguaya.
El ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor, dio respuestas ambiguas y esquivas ayer a primera hora cuando fue consultado sobre la entrega de Marcelo Piloto.
Incluso, luego del acto que se hizo en el Litoral del Palacio de López, donde el Gobierno presentó 70 nuevos buses de mediana y larga distancia, Villamayor declaró que Marcelo Piloto ya estaba fuera del país, pese a que en ese momento seguía varado en Hernandarias.
Ni el comandante saliente de la Policía ni el nuevo fueron avisados del repentino desplazamiento, pese a que la reunión del Consejo de Seguridad que incluye a todos los organismos de seguridad se extendió hasta altas horas de la noche del domingo.
Cerca de Ciudad del Este
El Gobierno del Brasil, a través de su Embajada en nuestro país, felicitó al presidente Mario Abdo Benítez por la decisión de expulsar a Marcelo Piloto.
Este fue entregado a la Policía Federal en la pista del aeropuerto de Itaipú. El criminal fue llevado primero a Foz de Yguazú, en un helicóptero artillado de la Policía Civil que está comisionado al Comando Tripartito, aunque los que tomaron bajo custodia al capo fueron agentes del Grupo Táctico de la Policía Federal.
Después de la entrega, que ocurrió antes de las 8:00, se anunció que Marcelo Piloto fue ingresado a la cárcel de la ciudad de Catanduvas, en el estado de Paraná, a solo 200 kilómetros de Ciudad del Este.
Se trata de uno de los cinco establecimientos de máxima seguridad del sistema penitenciario federal del Brasil. En este país Piloto deberá completar su sentencia de 26 años y 4 meses, interrumpida en 2007, cuando se fugó, por lo que quedan aún 15 años que debe purgar
Mismo régimen que Pavão
Según los datos obtenidos, Marcelo Piloto fue rapado al entrar a la cárcel de Catanduvas y sometido a un régimen de adaptación de un mes, que consiste en permanecer aislado de la población penal.
Supuestamente, deberá pasar 22 horas al día en su celda, tal como fue con Jarvis Chimenes Pavão cuando este terminó extraditado hace casi un año.