–Le acusaron de desviar como G. 100 millones y que presentó facturas por G. 100.000. ¿De qué se trata?
–Esto forma parte de un esquema vinculado a este equipo de mafiosos que controla la Fiscalía y el Congreso tanto en Senadores como en Diputados. Es el subsidio que entrega la Justicia Electoral para las campañas y que es administrado por personas designadas en este caso por los candidatos de Alto Paraná. Nosotros entregamos G. 3.000 millones para las elecciones y sus administradores son los que tienen obligación de rendir cuentas por ese importe. Como yo también fui candidato, nosotros no podemos ser administradores. Estoy inhabilitado por ley. El mamotreto que presentaron los fiscales me señala en dos líneas como responsable. El directorio, por unanimidad resolvió pedir el juicio político de la fiscal general del Estado (Sandra Quiñónez), accesorio de este engranaje mafioso que trata de dominar el país.
–(El senador) Silva Facetti dijo que la investigación sobre usted es apenas la punta del iceberg.
–El PLRA tiene abierta su rendición de cuentas a todos los ciudadanos. Cualquiera puede venir a revisar. No nos preocupa lo que dicen estos hombres que están al servicio del cartismo. Silva Facetti está al servicio de Horacio Cartes desde “la enmienda” (la crisis política de marzo de 2017). Cartes lo reclutó para tomar el Partido Liberal. Pero no lo van a lograr. El partido Liberal Radical Auténtico no se vende. Eso lo demostramos en la última sesión. Con 43 miembros se rechazó en forma unánime a los traidores del PLRA reafirmando nuestra línea política de oposición, la línea histórica de la resistencia. En la última sesión hemos repudiado a esta confederación mafiosa liderada por Cartes, Mario Abdo y Hugo Velázquez por la persecución desatada contra el partido.
–Carga todo sobre Cartes. ¿No es una expresión de rencor por la derrota del 2018, por esos impactos de bala (de goma) en el pecho, por lo de Rodrigo Quintana?
–No es rencor. Es justicia. Es la Patria o la mafia. En esa disyuntiva estamos en el Paraguay. La muerte de Rodrigo Quintana no se ha esclarecido. No están investigados los responsables comenzando por Cartes y (José) Ortiz. No es rencor. Le reitero, estamos ante la disyuntiva: o la Patria o la mafia.
–¿Cuál sería la intención de Cartes si ya no puede ser Presidente?
–Con la intención por ejemplo de rechazar el impuesto al tabaco, de designar al ministro de la Corte o a la fiscala que le responde a él. Por eso pedimos juicio político de destitución de Sandra Quiñónez. También encomendamos la destitución de los fiscales Edgar Sánchez y Eugenio Ocampos por el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. El Gobierno está preso de la mafia. Es el viejo esquema stronista que persigue a los que hacemos oposición y cree todavía que puede controlar al PLRA como controla al partido Colorado.
–¿A qué senadores y diputados liberales controla?
–Al grupo de (Blas) Llano. Ahí está la declaración de Zulma (Gómez) donde ella misma dice que su movimiento es “cartista y qué”. Esta acusación en mi contra es una vendetta política avalada por parlamentarios el PLRA vendidos.
–Ellos lo tratan de dictador...
–Las sanciones se fundan en el artículo 42 del estatuto, por “reiteradas ausencias”.
–¿Cuántos fueron expulsados?
–En total 13: Silva Facetti, Pakova Ledesma, Ancho Ramírez, Blas Lanzoni..., todos llanistas. Cuando les conviene se venden a Cartes, cuando les conviene a Abdo Benítez. Estamos haciendo en el PLRA un “operativo limpieza” de traidores, un antiguo clamor de los liberales.
–¿Llano es un traidor?
–Sí, claro que sí. Ellos, como le dije, no responden al PLRA.
–¿Puede dar un ejemplo de traición en qué?
–Ellos votaron por ejemplo el acuerdo “Cartes-Macri”; votaron en contra de la posición del partido en la ley “Ñande Energía” para reducir el precio de la energía residencial. Fue un compromiso que asumimos en el 2018. Imagínese, votaron por entregar 30 años más Yacyretá.
–En Itaipú, ¿también disiente con el plan del Gobierno?
–El Partido Liberal es el único que tiene un trabajo hecho por un equipo técnico. La negociación tiene que pasar por la libre disponibilidad de la energía. Es una condición fundamental, y luego el precio justo que es el precio de mercado. Son dos condiciones ineludibles para la renegociación. Otro detalle: la negociación con Brasil debe hacerse en el año 2023, como dice el Tratado, en el próximo Gobierno. Los 50 años se cumplen después de este Gobierno. Mario Abdo no está habilitado para renegociar Itaipú.
–¿Usted se opone al proyecto Pappalardo de pedir un superpréstamo de 20.000 millones de dólares vía Itaipú para el desarrollo?
–El Gobierno remitió al Congreso esa propuesta. Eso es postergar la renegociación del Tratado que se tiene que dar en el 2023. Es vital para el Paraguay renegociar el tratado, porque este tratado está hecho a la medida de Brasil y en perjuicio y detrimento de los intereses del Paraguay. Es inaceptable. El plan de Mario Abdo es entregar Itaipú otros 50 años como hizo Stroessner. Además, las negociaciones se hacen al cumplir 50 años, después de agosto de 2023, en el próximo gobierno. Gracias a Dios es así porque la ciudadanía observa todos esos escándalos que salen a luz en estos días producto de la voracidad de estos funcionarios con los recursos del Estado aprovechándose de la pandemia. ¿A esta gente le vamos a dar? Sería una tragedia.
–¿Qué podría hacer Paraguay con 50% de energía de Itaipú si no consume ni el 10% porque no tiene la capacidad de absorber?
–La consigna es renegociar. Los traidores dicen justamente eso. “No tenemos nada que hacer porque si Brasil no quiere tenemos que callarnos”. No señor. Nosotros tenemos que poner nuestras condiciones, y demostrar que nosotros tenemos capacidad de usar nuestra energía. Y eso significa infraestructura. Por eso es un acto de alta traición de los gobiernos colorados no haber dotado al Paraguay de la infraestructura necesaria para poder traer la energía.
–Pappalardo recordaba en una entrevista en esta página que Itaipú se construyó para solucionar un problema de límites con Brasil, para evitar un choque fronterizo...
–Ese es el argumento de los que firmaron este tratado en perjuicio del Paraguay. Con ese criterio, el Paraguay se tiene que entregar porque Brasil va a venir y nos va a ocupar. Ese es el mismo discurso que dice que nosotros no pusimos nada, que solamente pusimos el agua. Nosotros pusimos exactamente lo que corresponde con una participación del 50%. Nos endeudamos y nos cobraron hasta el último dólar, encima con una sobrefacturación gigantesca. El costo inicial fue de 2.000 millones y terminamos pagando 80 mil millones.
–¿Cómo piensa que se puede enfrentar al gigante?
–Como hizo Panamá con su Canal. Panamá es mucho más chico que Paraguay. Estados Unidos es mucho más grande que Brasil. Hoy, el factor de desarrollo de Panamá se sustenta en su Canal. Ellos nunca dijeron: “somos tan chicos que vamos a dejar nomás que Estados Unidos siga administrando el Canal”.
–El Canal de Panamá está completamente en territorio de Panamá. Itaipú es una propiedad binacional. Somos como hermanos siameses: donde va uno, va el otro.
–Pero estas son cuestiones que hay que instalar como hizo Panamá. Puso en evidencia ante toda la comunidad internacional la injusticia que estaba sufriendo. Nosotros también debemos ser capaces de hacer conocer al mundo de cómo un país grande, poderoso, está haciendo uso de su fuerza y de su condición para aprovecharse de un país pequeño como Paraguay, apropiándose de lo que no le corresponde. Necesitamos que Itaipú sea renegociado por gente patriota.
–¿Usted se presenta de nuevo en el 2023? ¿Por eso dice que le persiguen?
–No sé. La gente dirá. La gente va a elegir su candidato para el 2023. Estamos construyendo una propuesta para el 2023 sin ninguna duda. Al candidato lo va a elegir la gente, como tiene que ser en toda democracia. Estamos fortaleciendo el partido con estas medidas de limpieza.
–Con esta pandemia, el Gobierno monopolizó el protagonismo del público. El Presidente dijo esta semana que la envidia opositora trata de desteñir la imagen popular que se granjeó su ministro de Salud, porque puede ser un potencial candidato presidencial.
–No sé si será candidato. Como le dije, este gobierno siempre tiene su cortina de humo para distraer para robar. Con todos esos escándalos de corrupción, ¿le parece que es momento de hablar de candidaturas para el 2023? Van a pasar muchas cosas todavía. Lo lamentable es que la mafia lo tiene sometido al Presidente. Es la que tiene los votos para destituirlo en cualquier momento.
–¿Le parece que este Gobierno puede irse antes?
–Va de tumbo en tumbo. Para mí se tenía que ir después de aquel vergonzoso acuerdo Abdo Benítez- Bolsonaro (la crisis de agosto de 2018). Para mí es mejor tener una crisis de 6 meses, hacer un juicio político y llamar a nuevas elecciones que tener una crisis todos los años durante 5 años. Desde que asumió Mario Abdo estamos en crisis.
–¿Cuál es la trayectoria que va a seguir a partir de ahora?
–Estamos construyendo un gran acuerdo con todos los partidos de oposición. Por primera vez, tres años antes vamos a empezar a trabajar en la construcción de propuestas para ganar en el 2023. Como nunca, el ciudadano está hastiado de este modelo colorado ladrón que nos mantiene sumergidos en el atraso. Esta mafia no va a atajar el cambio.
–¿Qué le faltó para llegar en el 2018?
–No llegamos porque hubo fraude, antes y durante las elecciones. ¿Se acuerda de las encuestas de Capli que nos daba desde tres meses antes 35% abajo? Fue toda una campaña. El día de las elecciones nos puso 36, 38 puntos abajo.
–Y terminó casi con empate técnico...
–Aún así, levantamos más de 1.100.000 votos a pesar de todo ese esquema fraudulento montado por el Partido Colorado.
–¿Va a cambiar algo para el 2023?
–Claro que va a cambiar. No van a poder evitar el cambio. La gente se cansó de estos colorados.