–Es un tema que cada vez más angustia. De la China llegó a Brasil y la cuestión es: ¿no nos salvamos del coronavirus en el Paraguay?
–Sí, nosotros tenemos que dar por sentado que si llegó a la región es cuestión de tiempo para que llegue al país. Nuestros esfuerzos están concentrados para postergar lo más posible. Estamos embarcados en la vigilancia para poder identificar y bloquear el primer caso y evitar la circulación del virus el mayor tiempo posible. Hemos establecido un plan de contingencia. Tenemos un centro operativo de emergencia en base a un documento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que tiene varios ejes, entre ellos la coordinación nacional interinstitucional, la comunicación del riesgo, los puntos de entrada al país, la asistencia a los servicios y la logística.
–¿Qué hay que saber del coronavirus?
–El coronavirus, el covid-19 para ser más específico, es un virus más dentro de una gran familia que tiene más de mil virus distintos. Algunos de estos virus conviven con nosotros y de hecho, en Paraguay tenemos infecciones asociadas a otros coronavirus.
–¿Y este, qué tiene de distinto?
–Este tiene la particularidad de que como es nuevo y es recientemente conocido, los organismos en general todavía no tienen una resistencia. Tampoco hay un tratamiento o una vacuna. Entonces, generalmente eso causa un poco de pánico. Naturalmente hay una atención focalizada hacia los fallecimientos y los casos graves y se deja de percibir la inmensa mayoría de los casos que son los comunes, que son muy parecidos a resfriados y que no requieren internación en centros especializados, que es la gran mayoría.
–La mortalidad es alarmante.
–En China la mortalidad orilla el 2% y fuera de China está incluso alrededor del 0,2%. Hoy sabemos también que la mayoría de las víctimas fatales son personas mayores que arrastran enfermedades crónicas. También sabemos que su contagiosidad es moderada frente al sarampión, por ejemplo, que es muchísimo más contagioso. Su mortalidad también es baja, o relativamente baja, comparada a otros virus del pasado, como el Sars.
–¿Qué hay que hacer para no contagiarse?
–Lo principal es tomar las medidas que son típicas de otras enfermedades respiratorias, particularmente de la influenza. El lavado frecuente de manos es fundamental. Al tocar superficies contaminadas con el virus o contactar con otros seres humanos, las manos pueden ser puertas de entrada y sobre todo a través de la mucosa de los ojos o la boca. También hay que utilizar la etiqueta de la tos.
–¿Qué es? Hoy alguien tose en público y ya preocupa.
–Es básicamente toser en la flexura del codo, en la parte interna del codo; no usar las manos (...). Hay que tratar de acostumbrarse y no compartir más por ejemplo el tereré o el mate; tratar de evitar los saludos de contacto estrecho (el beso), detalles que ayudan a evitar la propagación. Aquellos que tosen, usar tapabocas.
–¿Esas medidas hay que aplicarlas ya ahora? ¿No es un poco exagerado?
–No, yo creo que eso hay que pensar hacerlo cuando empiece la temporada digamos, una vez que se confirmen casos o empiece la temporada de las infecciones respiratorias. Yo creo que tenemos todavía un par de meses para eso. Tenemos que estar atentos. Pero sí es bueno que aquellas personas que ya tengan infecciones respiratorias adopten estas medidas desde ahora. Eso es muy importante para no contagiar. Otra recomendación importante es que no acudan a los lugares de trabajo o a sus centros de educación cuando están con problemas respiratorios. Eso es una recomendación en general para influenza, infecciones respiratorias y ciertamente lo propio ocurre con el coronavirus.
–Algunos están diciendo que estamos en el paraíso en comparación con esas regiones donde ya se diseminó la epidemia.
–Bueno, el ambiente frío realmente es propicio para que los gérmenes de este tipo, de virus respiratorios, se puedan propagar con mayor celeridad y mayor facilidad, pero el hecho de estar en un clima como el nuestro no descarta la posibilidad de que lleguen las infecciones. Ciertamente se hace más difícil su propagación. De hecho tenemos casos de influenza, incluso en este momento también. Por eso es necesario que se cuiden las personas con síntomas de males respiratorios.
–Brasil tiene un clima tropical como el nuestro.
–Pero siempre hay una posibilidad que se dé. Las condiciones son un poco más difíciles. Hay que hacer la salvedad de que el caso Brasil es importado. No hay circulación del virus en este momento en Brasil.
–Mucha gente pregunta si no es un riesgo viajar ahora a Brasil.
–El riesgo es mínimo. Hay que estar atentos a cómo va evolucionando esta epidemia en el mundo y en nuestros países vecinos, y estar muy vigilantes en nuestro país. Pero por el momento es mínimo el riesgo. La vigilancia está intensificada, sobre todo a nivel de las terminales aeroportuarias, los pasos de frontera. La idea es identificar a los que podrían configurar un caso sospechoso.
–¿Cuándo hay que prender la luz de alerta?
–Tenemos que tener dos elementos. Por un lado, que la persona provenga de un área donde hay circulación del virus, en este caso de China continental, la región de Lombardía y del Benetto en Italia y de cierta región de Surcorea. Aparte, el otro componente tiene que ser la presencia de los síntomas respiratorios: fiebre, tos seca, dificultad respiratoria, dolores musculares. También hay un reporte de diarreas pero es menos frecuente.
–¿El contagio es directo o solamente algunos se contagian?
–El contagio es directo y también se puede dar por ejemplo a través de superficies que hayan sido tocadas o contaminadas con el virus dentro de un determinado tiempo. Es por eso que se recomienda el lavado frecuente de manos. Sabemos que el virus dura más o menos 24 horas. Puede estar en superficies inertes por cierto tiempo. Es la forma de contagio.
–¿El que se contagia, muere o no?
–No. De hecho, la gran mayoría, más del 85% de los contagiados no pasa de un resfriado común y ni siquiera necesita ir a un establecimiento de salud. Pero hay un 15% que tiene una versión más grave, requiere incluso terapia intensiva. En China continental la mortalidad está alrededor del 2%.
–Hay mucho morbo sobre este tipo de temas de interés público. Por el Facebook, el Whatsapp y el Instagram a muchos les encanta alarmar y crear sicosis. Algunos plantean cerrar la frontera.
–El reglamento internacional establece acciones que no entorpezcan el comercio y el traslado de personas. Muchas veces ese tipo de medidas contribuye a que las cosas incluso empeoren. Muchas veces la provisión de insumos y medicamentos se resiente. La economía también ve disminuidos sus recursos que pueden ser orientados a enfrentar la epidemia. En este mundo cada vez más globalizado no resultan del todo efectivas este tipo de medidas. El Paraguay tiene un riesgo mucho menor que Brasil por ejemplo, que tiene vuelo directo a todo el mundo todos los días.
–Otros ya discriminan y paran la oreja con los que tienen rasgos asiáticos.
–No hay ninguna justificación para eso. Hay que tomar precauciones como las que cité, pero hay que conservar la calma, circunscribirse a información oficial proveída por el Ministerio de Salud Pública o por medios de la prensa seria y conocida.
–¿Cuántos casos sospechosos tenemos hasta hoy?
–Oficialmente tres. Afortunadamente fueron descartados. Tenemos otras personas que están en seguimiento pero sin síntomas, solamente monitoreadas por la Dirección de Vigilancia de la Salud. Se ha descartado un número importante, más de 90 personas a las que dejamos de monitorear. No tienen síntomas.
–¿Son todos viajeros?
–La mayoría. Hay extranjeros y connacionales que han estado en China continental y también últimamente en Italia, en la región norte.
–¿Se sigue prohibiendo el ingreso de chinos?
–Sí, efectivamente. Nosotros no tenemos relaciones diplomáticas con China continental. Se maneja la entrada de ellos a través de visas. Por el momento, han sido retiradas y no se están otorgando nuevas visas.
–¿Qué sabe del descubrimiento en Marsella (Francia) de una vacuna bien barata que puede acabar con el coronavirus?
–Se trata de la cloroquina. La cloroquina es un medicamento centenario. Hace mucho que se usa para el tratamiento de la malaria y para enfermedades reumáticas como la artritis o el lupus. Es muy prematuro hablar de tratamiento aún. Debe probarse en estudios clínicos sobre seres vivos. Una vacuna es probablemente una cuestión de tiempo nada más.
–¿Cómo está nuestra situación con el dengue?
–El dengue en este momento está en franco descenso. Hubo 34 muertos. En Asunción y Central, sobre todo, el descenso ha sido importante, pero vamos a tener todavía unas semanas más con un número importante de casos. Ahora estamos sincronizando esfuerzos para poder contener esto fuera de Asunción.
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