Los dirigentes colorados de segunda línea son suspendidos y hasta expulsados por el Tribunal de Conducta partidario, pero los miembros de la Junta de Gobierno no pueden ser tocados por este organismo punitivo. Los estatutos no le dan atribuciones. Solo la convención (Art. 13, inciso “a” de los estatutos) puede juzgar a los miembros de la conducción colorada.
Este es el escudo que tienen los exsenadores Óscar González Daher y Víctor Bogado, el diputado Miguel Cuevas, el senador Javier Zacarías Irún y otros procesados y condenados para mantenerse como afiliados y dirigentes de primera línea del Partido Colorado.
El cuestionamiento al encubrimiento de estos dirigentes por parte de la cúpula colorada volvió a surgir con la exclusión del padrón de ANR de la exdiputada cartista Cynthia Tarragó, presa en Estados Unidos de América por presunto lavado de dinero, resuelta el miércoles último por el Tribunal de Conducta. El tribunal alegó que en la conducta de Tarragó hubo flagrancia en la comisión de un delito y que ese hecho atentó contra principios éticos y perjudicó a la agrupación política, por lo que, como medida cautelar, decidió borrarla provisoriamente de los padrones hasta tanto sobrevenga una decisión de la justicia estadounidense.
El organismo colegiado puede expulsar a los afiliados colorados que tengan condenas de prisión superior a dos años (Art. 71, inciso “b” de los estatutos).
En algunos casos, el tribunal actuó con celeridad por la resonancia pública que tuvieron los hechos, pero se trataron de dirigentes de segunda línea, como el cartista Freddy Alberto Godoy Segovia, presidente de la seccional de Liberación (San Pedro), detenido en Bolivia con 5 toneladas de marihuana. El mismo fue borrado de los padrones.
Pese a las críticas a la dirigencia cupular colorada de mantener en el partido a políticos cuestionados por su vinculación con hechos graves de corrupción, en la Junta de Gobierno no ha surgido ninguna iniciativa para llamar a una convención que juzgue a los miembros caídos en inconductas y que mancharon al partido.
Más grave que ser corrupto
En el Partido Colorado es mucho más grave que sus afiliados no respeten los resultados de unas internas que estar vinculados o hasta encarcelados por hechos de corrupción. Los colorados que se postulen por otros partidos o propicien o apoyen candidaturas distintas a las de la ANR son desafiliados de oficio por el Tribunal de Conducta. Este año, el organismo excluyó de las filas coloradas a 8.498 afiliados por esa razón. En cambio, los condenados por corrupción tienen derecho a un juicio y a la defensa para eventualmente ser expulsados.