Según los investigadores brasileños, Silveira hacía de nexo entre Messer y su “hermano del alma”, el expresidente Horacio Cartes.
Señalado como supuesto contrabandista de cigarrillos y hasta vinculado con un caso de asesinato en Brasil, Silveira lleva años asentado en la zona de Salto del Guairá, departamento de Canindeyú, zona en la que estuvo escondido Messer durante varios meses.
Silveira le dice que quien sería Cartes pidió que esperaran hasta el 15 de agosto para que se realizara cualquier tipo de acción. Mientras discuten sobre esa posibilidad, debaten sobre los posibles escenarios de una prisión domiciliaria para Messer.
El supuesto contrabandista le dice a Messer que debían encontrar un departamento cerca de una comisaría para que pudiera tener control siempre. “Ya ubiqué un departamento para el período corto de prisión domiciliaria”, le dice en un primer mensaje Silveira.
“Y ya coloqué a mis camaradas de confianza allá para que te den atención después”, insiste.
Días después, Silveira dice que iba a encontrar a Cartes para hablar vía llamada de voz con Messer y reconfirmar las posiciones.