En julio de 2018, el Sportivo Luqueño emitió dos facturas al Bologna FC por G. 16.875 millones cada una. En total, fueron unos G. 33.750 millones (unos US$ 5,5 millones) por la transferencia del delantero uruguayo Felipe Avenatti.
Curiosamente, Avenatti no figuró nunca en los registros del club auriazul y ya había sido transferido en julio de 2017 a la misma institución del fútbol italiano.
Las facturas aparecen en los estados contables que la propia dirigencia del club entregó a un perito contable y a los que tuvo acceso ABC Color.
Sin embargo, semanas atrás el actual titular de la institución, Celso Cáceres, dijo al Cardinal Deportivo que Luqueño se quedó solo con US$ 100.000 por la transferencia del jugador uruguayo.
Con esto, hay una diferencia de US$ 5.400.000 entre lo que el club facturó y lo que supuestamente recibió la institución en julio del año pasado.
Casos que se repiten
El del delantero Avenatti, actualmente en el Standard Lieja (Bélgica), es apenas uno de alrededor de 14 transferencias de jugadores que nunca figuraron en los registros del Sportivo Luqueño pero que supuestamente fueron transferidos a equipos del extranjero por la institución auriazul.
La lista completa de transferencias forma parte de una denuncia presentada a principios de este año por los socios del club Richard Torres y José Leandro Villalba ante la Fiscalía de Delitos Económicos por los supuestos hechos de lavado de dinero y estafa.
La denuncia fue presentada contra toda la comisión directiva del club auriazul encabezada entonces por Walter Gustavo Benítez, ubicado como presidente por Óscar y Ramón González Daher, este último, imputado por lavado de dinero y usura.
Benítez es el mismo que el año pasado acudió al Senado como parte de “las fuerzas vivas de Luque” para pedir que la Cámara Alta no expulsara al exsenador cartista Óscar González Daher.
Fernando González Karjallo, hijo de Ramón y también imputado por lavado, era síndico del club cuando sucedieron los hechos denunciados.
Horas en el país, y millones
Curiosamente, varios de los jugadores que Luqueño “transfirió” no solo nunca jugaron en la institución sino que en algunos casos pasaron apenas horas en territorio paraguayo. Aún así, sus pases permitieron mover millonarios montos a través de la institución.
En el caso del uruguayo Felipe Avenatti, el delantero estuvo en Paraguay entre el 3 y el 4 de julio de 2017.
Su pase llegó del Ternana Calcio y GRATIS el 10 de julio de 2017; un mes y medio después, el 30 de agosto, era enviado al Bologna, que pagó más de US$ 4 millones.
Un año más tarde, Luqueño volvió a emitir las facturas antes mencionadas.
“Triangulación”
El esquema utilizado se conoce en el fútbol como “triangulación”, maniobras en las que se inscriben jugadores en un club para que luego pasen a otros y así evadir, entre otras cosas, cargas tributarias.
El esquema es bastante simple: hacen figurar a futbolistas en los registros del club para transferirlos y, así, justificar el ingreso de grandes cantidades de dinero.
Aparecían jugadores paraguayos, argentinos, uruguayos y mexicanos.
Analizan unificar causas
El fiscal Osmar Legal confirmó que solicitarán informes sobre presunto esquema de lavado de dinero en el Sportivo Luqueño para ver si anexan este hecho a la causa que llevó a prisión a Ramón González Daher y su hijo Fernando. También aguardarán datos sobre evasión de impuestos para ver si unifican las carpetas o las separan a varias dependencias del Ministerio Público.
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