El proyecto de expropiación fue aprobado la semana pasada sin que reúna todos los requisitos, según denunciaron parlamentarios de la oposición, quienes cuestionaron que, por unos votos, se intente perjudicar a una estancia modelo.
Un día después de la aprobación, el jueves pasado, el líder de la bancada cartista, Basilio “Bachi” Núñez, pidió perdón a la familia Willersinn por acompañar el pedido de expropiación y dijo que solicitará al pleno que se deje sin efecto la aprobación.
Los diputados cartistas necesariamente precisan de los votos de la oposición tanto para tener quorum (41 votos de 80) como para tener mayoría simple de votos; es decir la mitad más uno de los presentes. Solo así podrán anular el acta de la sesión anterior.
Los diputados liberales Pastor Vera Bejarano y Andrés Rojas Feris acompañaron a los campesinos hasta la Cámara de Diputados en busca de mantener la aprobación, aludiendo a la extrema necesidad que tienen y a la falta de atención del Estado. Señalan además que hace 19 años que no hay distribución de tierras para ellos. Los agricultores que se reunieron con la mesa directiva representan a 150 familias que pretenden asentarse en las 1.500 hectáreas.
La estancia Alegría SA, del grupo Willersin, cuenta con 11.800 hectáreas, de los cuales 5.000 hectáreas son de reserva de monte, 800 hectáreas de cultivos agrícolas y el resto pastura. Cuenta además, con 70 personales y es una propiedad productiva, según los datos.
El administrador Luis Morínigo había dicho a ABC Color que en la estancia cuentan con 13.000 cabezas de ganado, que en las 1.500 hectáreas que pretenden ser expropiadas están las viviendas de los personales, la escuela, el silo y las oficinas. También dijo que la intención de los parlamentarios sorprendió a los dueños, que no están interesados en vender parte de sus tierras.
El establecimiento está situado en el distrito de Tacuatí, departamento de San Pedro. En 2015 fue blanco de del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), que asesinó a tres peones de la estancia.