Cargando...
Ahora es un hotel restaurante llamado Viejo Rincón. Ofrece una fachada con aires coloniales y mantiene la tipología y la estructura de las construcciones de época logrando reconocimiento internacional.Martino Hercole Gini Rimoldi fue uno de los primeros inmigrantes italianos que llegaron hasta el otrora aislado distrito de Piribebuy. El mismo ayudó a construir su casa, en la que vivió con su esposa, Asunción Pérez Ortellado, y sus cuatro hijos: Andrea, Luis, César y Lisis. La menor fue la última propietaria de la casa y se la vendió a su sobrino y actual propietario, Edgar Luis Gini Salinas y su esposa Emiliana González de Gini.
Viejo Rincón es el nombre que hoy identifica a la vivienda de la pos-Guerra del 70, aunque mantiene reminiscencias y la tipología de las antiguas casas coloniales. El lugar fue acondicionado por sus propietarios como un hotel y restaurante, el cual es visitado asiduamente por extranjeros y paraguayos, quienes estiman el gran valor histórico y cultural que se puede apreciar en toda la casa. La construcción no fue modificada, mantiene la misma estructura de cuando fue construida, allá por el año 1895.
El Arq. Julio Ibarra refiere que durante la Colonia no hubo un estilo arquitectónico; solo existía una tipología de construcción, la cual se mantuvo por muchos años, aun después de la Independencia. Recién durante el gobierno de don Carlos A. López se puede hablar de un estilo neoclásico. "Durante la Colonia, no hubo mano académica en las construcciones, sino más bien eran los albañiles, constructores, los que edificaban de acuerdo a las necesidades", expone.
Ibarra recordó que el Viejo Rincón se construyó a finales del siglo XIX y que se puede observar aún en la construcción el sello colonial. Presenta la típica galería, espacio propio de las casas coloniales paraguayas utilizado para resguardar del calor y la lluvia. Y como las paredes no eran de ladrillos, sino de adobe o estaqueo, la galería servía también de protección.
El arquitecto agrega que lo innovador del Viejo Rincón es que se encuentra en una esquina, que tiene como acceso principal una puerta grande y alta, en la ochava, además presenta otra entrada lateral, secundaria o de servicio. Explica también que la casa posee una estructura de madera totalmente independiente a la pared. "Es la madera la que sostiene el techo, es decir, los horcones y las vigas, ya que las paredes de adobe o estaqueo no pueden soportar el peso del techo".
Viejo Rincón es un patrimonio de nuestra historia y debe ser valorado como tal, tanto es así que el hotel ha ganado el Trofeo Internacional de Turismo, Hostelería y Gastronomía de Madrid, España, en su XXXVI edición. Los extranjeros reconocen la importancia que representa y deberíamos hacer lo mismo.
Viejo Rincón es el nombre que hoy identifica a la vivienda de la pos-Guerra del 70, aunque mantiene reminiscencias y la tipología de las antiguas casas coloniales. El lugar fue acondicionado por sus propietarios como un hotel y restaurante, el cual es visitado asiduamente por extranjeros y paraguayos, quienes estiman el gran valor histórico y cultural que se puede apreciar en toda la casa. La construcción no fue modificada, mantiene la misma estructura de cuando fue construida, allá por el año 1895.
El Arq. Julio Ibarra refiere que durante la Colonia no hubo un estilo arquitectónico; solo existía una tipología de construcción, la cual se mantuvo por muchos años, aun después de la Independencia. Recién durante el gobierno de don Carlos A. López se puede hablar de un estilo neoclásico. "Durante la Colonia, no hubo mano académica en las construcciones, sino más bien eran los albañiles, constructores, los que edificaban de acuerdo a las necesidades", expone.
Ibarra recordó que el Viejo Rincón se construyó a finales del siglo XIX y que se puede observar aún en la construcción el sello colonial. Presenta la típica galería, espacio propio de las casas coloniales paraguayas utilizado para resguardar del calor y la lluvia. Y como las paredes no eran de ladrillos, sino de adobe o estaqueo, la galería servía también de protección.
El arquitecto agrega que lo innovador del Viejo Rincón es que se encuentra en una esquina, que tiene como acceso principal una puerta grande y alta, en la ochava, además presenta otra entrada lateral, secundaria o de servicio. Explica también que la casa posee una estructura de madera totalmente independiente a la pared. "Es la madera la que sostiene el techo, es decir, los horcones y las vigas, ya que las paredes de adobe o estaqueo no pueden soportar el peso del techo".
Viejo Rincón es un patrimonio de nuestra historia y debe ser valorado como tal, tanto es así que el hotel ha ganado el Trofeo Internacional de Turismo, Hostelería y Gastronomía de Madrid, España, en su XXXVI edición. Los extranjeros reconocen la importancia que representa y deberíamos hacer lo mismo.