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Es una obra de Walter Giménez (35), a quien su abuelo había regalado los primeros objetos en miniatura cuando tenía nueve años. Desde entonces, cada Navidad las piezas van aumentando en proporciones y perfección y la idea es reproducir el nacimiento de Jesús, tal cual lo describe la Biblia. “Por eso el establo parece ubicarse en las afueras de Belén (mural que se observa en el fondo) retirado de la ciudad”, explica Walter, quien trabaja como peluquero en Joseph.
Actualmente las imágenes son realizadas por encargo a la Santería Zonato y todas miden entre 1 metro y 1,80 metros. “Trabajé durante cuatro noches desde las 22:00 hasta las 02:00 de la madrugada para completar el pesebre que estuvo listo el 7 de diciembre”, añade.
Los vecinos acuden diariamente a rezar, encender una vela y pedir un milagro al Niño Dios, mientras la abuela, doña Inocencia Téllez, reparte golosinas a los niños.
El pesebre, que durante las noches está iluminado con reflectores de diversos colores, puede ser visitado todos los días a partir de las 20:00 y estará habilitado hasta el 6 de enero.