Para prevenir la violencia intrafamiliar es más que necesaria la educación, sobre todo desde la infancia, remarca la doctora en psicología Estela Flores.
Prevención
-¿Qué hacer para prevenir la violencia intrafamiliar?
-Solo se puede prevenir esta situación con la educación: enseñar el respeto a la persona, que además de animal, es un ser espiritual y divino. Respeto a la moral, a los ancestros, a los héroes y grandes hombres de nuestra historia. Respeto a nuestros padres y madres, que hicieron lo que pudieron, aunque no lo hayan hecho perfectamente. Respeto a nuestra religión. Respeto a las normas de la educación cívica, al medioambiente, y sobre todo, solo traer niños al mundo, si se está capacitado para educarlos.
Educar
-¿Cuál es la receta para evitar la agresión a la mujer?
-Educar a las personas para afrontar lo que pueda depararle la vida teniendo en cuenta que la violencia nunca es una opción. Somos seres inteligentes, capaces de defendernos. Disminuir el miedo para aumentar la autoestima.
-Hablás del miedo, ¿cómo disminuirlo para no reaccionar violentamente?
-Mediante la educación, no enseñarle al niño a tener tantos miedos. Hay dos clases de miedos, el innato y el aprendido. El que nos hunde es el aprendido.
Tierna infancia
-¿Por qué?
-Porque se aprende desde el nacimiento, especialmente entre el año de vida y los siete, y tienen que ver más con los estados de la mente, más que con las situaciones exteriores. Vivimos con miedo por lo que oímos y vemos: la recomendación frecuente y repetida es “te van a asaltar”, “cuidado con tu celu”, ese es para un adicto “un criminal se escapó de la cárcel”, “cuidado al manejar, hay locos al volante”, “no confíes en los extraños”, “los niños de la calle son peligrosos”, “las bebidas pueden contener drogas”, “te van a estafar”, etc., etc. Esto es lo que produce el miedo aprendido, aumenta el estrés diario y las reacciones violentas.
-La vida que hoy nos toca vivir es un atentado a nuestra salud mental, ¿cómo disminuirlo?
-Solo con la educación. Primero en las casas, después en las escuelas, colegios, universidades y las iglesias.
Solo la educación puede disminuir el sentimiento de impotencia, aumentar la autoestima tanto en el hombre como en la mujer, la fe y el respeto en el valor de cada persona.
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Como se ve, disminuir la violencia hacia la mujer es cuestión de aumentar el respeto a la mujer. ¡Tarea bien difícil, porque abarca la educación en muchas áreas!
Hoy, la familia reunida tiene la oportunidad de compartir, aprender, mientras se cuida y se respeta. Un buen y propicio momento puede ser por ejemplo al preparar y compartir el almuerzo o la cena, demostrándose cariño.
Innato y aprendido
¿Cómo eliminar los miedos?
Mediante la educación, no enseñarle al niño a tener tantos miedos.
Hay dos clases de miedos, el innato y el aprendido. El que nos hunde es el aprendido.
Educar a las personas para afrontar lo que pueda depararle la vida teniendo en cuenta que la violencia nunca es una opción.