“Aplicaciones biotecnológicas de los venenos de escorpiones del Paraguay” se llama el proyecto de investigación que viene desarrollando un equipo liderado por el doctor en bioquímica y biología molecular, Adolfo Borges Strauss.
Los investigadores quieren determinar la toxicidad del veneno de las especies de alacranes que habitan ambientes urbanos nacionales y evaluar la capacidad de los antídotos que se producen en América Latina.
“Cada país afectado por este tipo de problemática debe preparar sus propios antivenenos en vista de que potencialmente existen diferencias en la composición y en la actividad biológica de los venenos de una región a otra, lo cual limita el uso de antídotos preparados en otros países”, señaló el investigador. Destacó que esta es una recomendación de la misma Organización Mundial de la Salud.
El doctor y su equipo determinaron que en la Gran Asunción habitan las especies de alacranes Tityus confluens y Tityus trivittatus. Esta última es la más frecuente y es la que fue vinculada con la picadura que días atrás sufrió una niña que, en consecuencia, debió ser internada en terapia intensiva. La composición del veneno del Tityus trivittatus fue evaluada en el Centro Para el Desarrollo de la Investigación Científica. Los estudios indicaron que la población local de este tipo de alacranes produce toxinas que son exclusivas de la biodiversidad del Paraguay.
Los científicos trabajan en determinar la efectividad que tienen en nuestro país los antídotos producidos en Latinoamérica. El siguiente paso será elaborar un antídoto eficaz para neutralizar la toxicidad del veneno de las especies locales. El trabajo tiene el apoyo de Conacyt.
La picadura de alacranes puede tener graves consecuencias, especialmente en niños. Actualmente hay antídotos de aplicación gratuita en el Hospital del Trauma y el hospital de barrio Obrero.