Años atrás, se pasaba el día en los camposantos, donde se rezaba el rosario y se repartían golosinas en nombre de los fallecidos. Si bien esa tradición ha pasado, por el ajetreado movimiento de la ciudad, muchos van a los camposantos a rezar, cambiar el paño de la cruz y encender una vela, para luego retornar al trabajo.
Esta práctica proseguirá mañana, día dedicado en forma exclusiva a los difuntos.
La Iglesia Católica llama “santos” a aquellos entregados a sus semejantes y a Dios. Están los canonizados, o sea declarados oficialmente santos por el Sumo Pontífice. Por su intercesión se han conseguido admirables milagros. Pero también están aquellos que murieron viviendo virtudes evangélicas y que no pasaron por el proceso de canonización, sin embargo ya están gozando de la presencia de Dios en el cielo. A ellos está dedicada la fiesta de hoy, según explicaron.
Funcionarios del Senepa estarán hoy en los campos santos para pedir a los visitantes no dejar agua en los floreros para evitar la proliferación el Aedes aegypti que transmite el dengue.