Juliette, desapareció en extrañas circunstancias el 15 de abril pasado cuando jugaba con dos cabras que aparecieron al día siguiente, distante de la propiedad.
El fiscal Carlos Maldonado y su equipo realizaron varios allanamientos a la propiedad, ante indicios de vestigios de sangre en varios lugares, y en especial en una camioneta Ford con la que Oberüber hizo dos viajes en la mañana en la que desapareció la niña, por lo que se analizan vídeos de circuitos cerrados de la zona.
A más de estas pruebas forenses y técnicas, el representante fiscal cuenta con declaraciones de la niñera de Juliette y de un trabajador de la estancia, quienes aseguran que el ciudadano alemán se impacientaba fácilmente con la hijastra, debido a que la misma tiene capacidades diferentes al tener dificultad de movimiento para caminar y un desarrollo mental de 3 años.
Liliana Zapata, madre de la menor de edad, realizó junto a su pareja Reiner Oberüber un video donde claman por la aparición de la niña.
Por su parte, la hermana mayor de Juliette que cuenta con 10 años declaró en carácter de testigo en Cámara Gesell en presencia de su madre y luego fue repatriada a su país, Francia, donde se reencontró con su padre biológico.
El caso de la desaparición de Juliette recibió mas de un cuestionamiento.
La madre de Juliette y el padrastro, por su parte, ya cortaron relaciones con los investigadores. Tomaron la postura de derivar cualquier consulta a su abogado Max Narváez. El profesional del derecho también cuestionó la labor del Ministerio Público porque denunció que una “abogada de la Fiscalía” encerró por más de dos horas a la hermanita de Juliette ya en Francia y le exigió que diga qué hicieron sus padres con su hermana. La familia, en un comunicado, aseguraba que siempre ha prestado toda la colaboración posible a los investigadores.