El director del principal nosocomio de trauma de nuestro país señaló que madre e hijo llegaron al nosocomio el lunes en horas de la tarde.
En otro momento, Saldívar detalló que López tiene 18% del cuerpo con quemaduras de segundo grado, algunas profundas y otras superficiales. Además, las ondas expansivas afectaron sus pulmones y por ello tiene asistencia respiratoria.
Además, tiene esquirlas fragmentadas de la bala en el cuello, tórax, los miembros inferiores y superiores, así como el ojo derecho.
Los especialistas encargados de su cuidado también evalúan la posibilidad de que la misma quede en este centro de atención o vaya al Hospital del Quemado, para una mejor atención de sus lesiones.
El adolescente, por su parte, quien está con conciencia 15/15 (perfecta) en la sala de urgencias, según explicó Saldívar tiene esquirlas en el ojo derecho, la cara, el cuello y el tórax. Pero, en su caso lo más grave es que tiene una mano prácticamente carbonizada, por lo cual ya se le amputó un dedo y se evalúa el estado de todo el miembro para hacer la delimitación de la necrosis. El panorama que señaló Saldívar es que él perdería la mano completa y parte del antebrazo afectado.